domingo, 26 de mayo de 2019

La Trinidad y la Lógica



La Trinidad y El Razonamiento Lógico
Por Samuel Jaque Barrios


Puedes ver este estudio en video



Dentro de la comunidad cristiana trinitaria, respecto a la validez lógica del concepto de la santísima trinidad, predominan dos afirmaciones opuestas entre sí, aquella que sostiene que la trinidad no puede ser entendida por la mente humana ni se puede concebir por la lógica y la razón, y que por lo tanto, no tiene sentido tratar de representarla en estos términos. Por el otro lado, tenemos la afirmación contraria, que sostiene que el concepto trinitario es lógicamente válido, y que por lo tanto, puede ser concebida por la mente humana racional. Este artículo está dirigido principalmente al grupo de cristianos que sostiene esta segunda afirmación. Haremos un breve y sencillo análisis de la consistencia lógica de los enunciados del concepto de la trinidad, para demostrar que tal doctrina no puede sostenerse racionalmente, debido a su incoherencia o invalidez lógica, además, usaremos de complemento unas simples representaciones algebraicas básicas y un ejemplo para hacer más ilustrativo el análisis y pueda ser comprendido con mayor facilidad. Se comunica desde ya, que este breve análisis no se refiere a la biblicidad o no de esta doctrina, sino a la validez lógica y semántica de su premisa principal.

Representaremos cada término con los siguientes signos alfabéticos:

    Dios         = E
    Padre      = A       
    Hijo         = B     
    E. Santo  = C     

Según la doctrina trinitaria (basados en el credo de Atanasio principalmente): Hay tres (3) personas o seres divinos distintos; el Padre (A), el Hijo (B) y el Espíritu Santo (C). Y nos dice; El Padre es Dios (A = E), el Hijo es Dios (B = E),  el Espiritu Santo es Dios (C = E). Pero luego nos dice que, no son tres (3) Dioses (E), sino un (1) solo Dios (E). Al reunir esta información, surge la cuestión de su validez lógica, ya que muchos se preguntan, cómo puede Dios ser uno y a la misma vez tres personas, lo que aparentemente puede ser contradictorio,  lo que seguidamente para entenderlo, necesariamente debemos pregutarnos, qué es Dios entonces, y solo respondiendo esta pregunta, podremos analizar su validez lógica, pues, si el Dios fuera una mera organización de seres, o un grupo de estas tres personas, el problema estaría resuelto para algunos, pero significaría que Dios solo es el nombre o título formal de este grupo de seres divinos, de la misma forma que cualquier organización de cualquier otros seres o personas, como una empresa, un club de fútbol, un equipo de bailarines, o como cualquier otro nombre o título del que se vale un grupo de personas para hacerse llamar. Sin embargo, sabemos muy bien que la biblia no presenta al Dios como un mero título,  y sobre todo, no refleja el credo trinitario antes recitado. Por eso, es pertinente centrar este análisis basándonos en qué concepción tenemos de aquello que llamamos "Dios", para ello, existen dos hipótesis posibles para interpretar ésto, y así analizar su validez.

1.- La primera hipótesis es considerando el término "Dios" como una esencia, es decir, en función de adjetivo, como si fuese una naturaleza, ya que por definición "esencia" es naturaleza; las propiedades y características de una entidad que lo hacen ser lo que es[1], y no como un sustantivo o título que representa a la entidad misma. Si asumimos esta hipótesis, entonces, necesariamente concluiríamos que hay tres Dioses, ya que la esencia o naturaleza, solo determina cómo es ontológicamente la entidad a la que se vincula (identidad isológica), y no quién es esta entidad, lo que causa que a estas personas (en este caso, tres) solo se les atribuya la naturaleza en cuestión y no que sean uno o formen uno entre ellos. Veámoslo ilustrativamente de la siguiente manera.
                          
Todos poseen la naturaleza "E":

      A = E           
      B = E                     
      C = E  

Al ser "E" no una entidad con valor cuantitativo, sino cualitativo de la entidad, debe sujetarse al valor unitario de la entidad a la cual pertenece esta naturaleza, por lo tanto si unimos cada entidad sería:

       A + B + C 

Pero al ser todos "E" es equivalente a representarlos así:

       A + B + C = E + E + E  

Lo que es igual a:

       A + B + C = 3E

Resultado: Tres (3) Dioses (E)

Ejemplo: Tres hombres, la esencia o naturaleza de los tres hombres es la humana (H). Entonces, tres hombres humanos. Por más que tengan o compartan la misma esencia, son tres (3) humanos (H) y no un (1) humano (H). Por lo tanto, esta hipótesis es inaplicable a la doctrina de la trinidad. Esta hipótesis también se desarrolla en forma particular en el artículo titulado "Tres personas: Una naturaleza. Una pseusoexplicación de la trinidad"

2.- La segunda hipótesis es considerando el término "Dios" como una entidad o ser, es decir, en función de sustantivo, como el Ser divino supremo creador de todas las cosas, entendiendo ser como, ente particular o sujeto referencial que se individualiza existencialmente sea físico o no[2]. En este caso, si decimos que hay un solo Dios, concluiríamos lógicamente que los tres seres divinos realmente son un solo ser, el mismo ser (identidad autológica), y no tres. Ya que al ser "Dios" un ser, el valor que se les atribuye a las entidades es un vínculo de identificación, es decir, se les identifica con este ser, por lo que es lo mismo a decir que son este ser. Podemos representarlo de la siguiente manera.

Todos son "E":

      A = E                   
      B = E                
      C = E                 

Al ser todos el ser "E", se les atribuye el mismo valor cuantitativo y se les identifica con él, es decir, responden a quiénes son estas entidades, lo que causa que todos sean el mismo:

       E =A = B = C 

Resultado: Todos (A, B, C) son el mismo (E).

Ejemplo, una cantidad cierta y determinada de agua, esta masa la podemos tener en líquido, también en gaseoso y en sólido, pero no los tres estados simultáneamente en esta misma masa. Esta masa seguirá siendo la misma masa aunque cambie de estado.  Por lo tanto, esta opción es inaplicable a la doctrina de la trinidad. (Pero sí aplicable al concepto dogmático del unicitarismo: un ser; tres manifestaciones)

Considerar en esta misma hipótesis que tres seres son el ser que es el Dios subsistiendo entre sí (tres seres en uno), causaría una contradicción lógica, ya que no pueden existir tres seres que son un solo ser simultáneamente. Algo que por lo general es entendido y advertido por la mayoría de trinitarios. 

Para ir concluyendo lo antes dicho hasta aquí,  hemos demostrado que las opciones lógicas aplicables a las dos posibles concepciones del término "Dios" no son compatibles con el concepto de la doctrina de la trinidad. Esto demuestra que el anunciado trinitario no puede representarse lógicamente. Un artículo relacionado donde encontrarás un planteamiento de estas dos concepciones trinitarias simultáneamente es el artículo titulado "Respondiendo a Chris Du Pond sobre la lógica y la trinidad" donde se analiza el concepto de la trinidad en contraste a los principios lógicos aristotélicos.

Antes de terminar, ya que he presentado formulaciones algebraicas de complemento, se hace necesario mencionar lo siguiente. Es muy probable que, quienes son trinitarios, consideren y/o hayan leido o escuchado que la trinidad puede representarse bajo la ecuación la "1 × 1 × 1 = 1", usada específicamente por algunos cristianos para demostrar que la doctrina de la trinidad es lógica, y que en este momento la tengan en mente. Sin embargo, esa formulación no es usada aquí (ni nadie con nociones básicas de la aritmérica lo haría en estos plantemientos semánticos), debido a que carece de representatividad fáctica. Es cierto que es una ecuación lógica, y que además, podemos atribuirle a sus factores las identidades y valores de los dos casos hipotéticos expuestos anteriormente si queremos ir más lejos. No obstante, el problema de esta formulación es que no puede aplicarse fácticamente en esta determinada situación, debido a que la relación multiplicativa no puede usarse entre personas (entre una persona y otra), ya que las personas (y las cosas) no pueden cumplir la función del factor "multiplicador" (cantidad de veces en que ha de repetirse el factor  o coeficiente "multipicando") en una relación entre ellas, sino que solo pueden cumplir la función del factor "multiplicando" (el valor que ha de repetirse la cantidad de veces que indique el factor "multiplicador"). 

Cuando hablamos de la multiplicación, recordemos que, tenemos un factor que es repetido determinada cantidad de veces según el valor del otro factor que lo acompaña, por ejemplo, "2 × 3", entendemos que el valor "2" debe repetirse 3 veces (o al revés, dada la conmutatividad), dando como producto "6", así mismo, podemos asumir que 2 son personas o cosas, de modo que al multiplicarlas por 3 (veces), nos dará una cantidad de 6 personas, sin embargo, el factor "3" no puede sustituirse por personas, ya que representa la cantidad de veces, de lo contrario, quedaría como, 2 personas multiplicadas por 3 personas, y no tendría solución, ya que no podemos multiplicar una persona por otra persona. De este modo, si le queremos atribuir las identidades de la trinidad, no podremos realizar la multiplicación, pues no podemos multiplicar "Padre (A) × Hijo (B)", ni seguir configurando esta formulación sin caer en el absurdo más que mantener la misma relación algebraica, o sea, un producto de "A × B". De modo que es válido aplicarla para términos alfanúmericos o entidades abstractas, pero no para entidades reales como personas o cosas. Es por ello que en estos planteamientos antes usados para las dos concepciones hipotéticas del término "Dios" se usa la suma o adición, porque representa la unión de los seres o personas, lo cual es posible fácticamente y la forma idónea de relacionarlos entre ellos.







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¿"Siendo hombre te haces a ti mismo Dios"?


¿"Siendo hombre te haces a ti mismo Dios"?
Por Samuel Jaque Barrios



"Los judíos le contestaron: No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios"... "¿a quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: “Blasfemas”, porque dije: “Yo soy el Hijo del Dios”? (Juan 10: 33,36)
Era reiterado el hecho de que a Jesús los judíos lo querían apedrear, por distintos motivos, pero había una declaración que era la que rebalsaba el vaso, y era declararse "Hijo del Dios" y de referirse de una manera particular al mismísimo Dios como su propio Padre literalmente. Este pasaje citado anteriormente es muy usado para respaldar la postura de que Jesús es el Dios (y no su Hijo), sin embargo, ¿es realmente eso a lo que se refieren las palabras de Jesús? Respecto a sus repetidas declaraciones de ser Hijo del Dios, ¿Jesús decía que él era el Dios en esta afirmación? Por supuesto que no, al contrario, la misma aseveración lo distingue del Dios al decir que era su Hijo, pero jamás se autoproclamó ser el Dios mismo, como se puede apreciar en el texto bíblico citado y que tanto es tergiversado.

Pero ¿cuál era el problema entonces para que reaccionaran así los judíos? Pues el asunto es otro, Jesús no solo decía que era Hijo del Dios, sino que también, se expresaba como "el Hijo literal del Dios" (Prov. 30:4), no como los hombres se refieren al Dios como Padre celestial, sino que, ¡se expresaba hacia el Dios como si fuese su propio Padre literalmente! Eso implica que Jesús se posicionaba en una misma categoría de relación, y que también implicaba reconocerse como un ser divino (Elohyim/Theos: Poderoso; Divino; Dios, Juez, Ángel...) pues se hacía igual al Dios, en su sentido de relación con el Dios, ya que al ser el Dios su Padre literal, necesariamente implica que se reconocía como un ser de su misma naturaleza, aunque en ese momento solo estaba como humano (Filipenses 2:6-7) , pues solo siendo así podía haber sido engendrado por Él como un ser que viene directamente de Él y que bajó del cielo, como un ser con la relación de estrecha intimidad y confianza que los hijos y los padres tienen entre sí. Así mismo lo explica el autor del evangelio al decir lo siguiente:
"Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual al Dios." (Juan 5:18)
Esa era la blasfemia que los judíos no podían tolerar, pues su ley respecto a injurías, condenaba este tipo de declaraciones, más cuando se hacia pasar por el mismisimo Hijo del Todopoderoso, como se narra en Juan 19:7
"Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios"
Por eso le decían; "siendo hombre te haces a ti mismo Theos", nótese que aquí el término "Theos" no se usa como sustantivo, sino como adjetivo, es decir, que viene a ser cualitativo, por lo que su significado deber representar una cualidad, por lo que el adjetivo "divino" que está dentro de los significados de "theos" es la mejor elección. Si fuese sustantivo, y se estuviese identificando a Jesús como el Dios verdadero, diría "siendo hombre te haces a ti mismo el Theos" como aparece en los casos cuando "Theos" se refiere al Dios, al Ser Supremo, el cual le antecede el artículo definido "el".

Algunos defensores de la trinidad y la unicidad afirman que ésta es una clara afirmación de que Jesús es el mismo Dios Eterno, pero como ya se demostró, esa no era la intención de Jesús al decir ser el Hijo del Dios, es más, cuando los fariseos le decian que se hacía theos, Jesús en un intento por replicar la lógica de ellos, les dice que a otros hombres en el Tanaj o Antiguo Testamento se les llamó también así (Juan 10: 34, 35) , y alude a Salmos 82, es decir, que así como los fariseos por el mismo Tanaj querían apedrear a Jesús por dar a entender que era theos, replicó que en el mismo Tanaj se hace el mismo acto con otros hombres, es decir, llamarlos "dioses" (elohim/theos), por lo que el fundamento fariseo se invalida así mismo, admitiendo que a hombres se les llame theos/elohim, demostrando Jesús que sus declaraciones no cometen ningún delito y mucho menos al ser a quien el mismo Eterno santificó y envió.





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Miqueas 5:2 ¿Origen o Eternidad de Jesús?


Miqueas 5:2 ¿Origen o Eternidad de Jesús?
Por Samuel Jaque Barrios




Hay un debate sobre Miqueas 5:2 respecto a su verdadero significado, mientras algunos sostienen que se refiere al origen del Mesias, otros dicen que solo hace alusión a sus apariciones en la humanidad desde el Principio, quienes sostienen que solo se refiere a las apariciones de Jesús y no a su origen, por lo general lo hacen defendiendo una hipotética eternidad y deidad de Jesús. Sin embargo, analizando el pasaje, notaremos que es una clara referencia a su origen y no a sus apariciones, dos aspecto apuntan a esto:

1.- Por el contexto, se puede entender que el profeta está aclarando que el Mesías que saldrá o nacerá de Belén, tiene un origen previo a ese nacimiento, es decir, un origen preexistente al universo, desde tiempos de la eternidad (antes de la Creación), pues al referirse a su nacimiento físico, nos hace notar o enfatiza de este otro origen previo, pues parafrasea que este hombre nacerá en Belén, pero su origen es de tiempos antiguos. El contexto apunta a que la intención del autor es poner en contraste la naturaleza de los orígenes o nacimientos mencionados.

2.- La palabra hebrea usada en ese pasaje para "salidas/orígenes" es Motsaah (#4163), que según el diccionario Strong, se refiere a "descendencia familiar" si lo aplicamos a este contexto. Lo cual es coherente con una profecía que se refiere a nacimiento o procedencia.

Debido a estas principales observaciones, se hace muy claro que este pasaje de Miqueas se está refiriendo a un origen, es decir, al origen del que nacerá, de Jesús el mesías. A continuación veremos algunas versiones bíblicas con el pasaje de Miqueas 5:2 que son traducidas coherentemente con el contexto y el significado del término hebreo antes señalado, resultando en una correcta traducción:

LBLA 
Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.

DHH
En cuanto a ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá un gobernante de Israel que desciende de una antigua familia.»

JBS 
Mas tú, Belén Efrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de los siglos.

NBLH 
Pero tú, Belén (Casa del Pan) Efrata, Aunque eres pequeña entre las familias de Judá, De ti Me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, Desde los días de la eternidad.

NBV
 Pero tú, Belén Efrata, aunque eres sólo un pequeño pueblo de Judá, serás el lugar de donde nacerá el rey que gobernará a Israel. Este rey pertenece a una familia muy antigua y su linaje se remonta hasta tiempos muy lejanos.

NTV 
Pero tú, oh Belén Efrata, eres solo una pequeña aldea entre todo el pueblo de Judá. No obstante, en mi nombre, saldrá de ti un gobernante para Israel, cuyos orígenes vienen desde la eternidad.

NVI 
Pero de ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales.

CST 
Pero de ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales.

PDT 
Tú, Belén Efrata, eres pequeña entre los clanes de Judá, pero de ti saldrá el jefe de Israel, quien luego vendrá a mí. Su origen es antiguo, viene de mucho tiempo atrás.

RVA-2015 
Pero tú, oh Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será el gobernante de Israel, cuyo origen es antiguo desde los días de la eternidad.

RVC 
Tú, Belén Efrata, eres pequeña para estar entre las familias de Judá; pero de ti me saldrá el que será Señor en Israel. Sus orígenes se remontan al principio mismo, a los días de la eternidad.

RVR1960 
Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

RVR1977 
Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña para ser contada entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus orígenes son desde el principio, desde los días de la eternidad.

RVR1995 
Pero tú, Belén Efrata, tan pequeña entre las familias de Judá, de ti ha de salir el que será Señor en Israel; sus orígenes se remontan al inicio de los tiempos, a los días de la eternidad.

RVA 
Mas tú, Beth-lehem Ephrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días del siglo.

SRV-BRG 
Mas tú, Beth-lehem Ephrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días del siglo.

TLA 
»Pero tú, Belén Efrata, entre los pueblos de Judá eres un pueblo pequeño, pero llegarás a ser muy importante. En ti nacerá un rey de familia muy antigua, que gobernará sobre Judá.





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La falsa analogía del ser humano y la trinidad


¿La composición del ser humano puede ser usada como analogía para el concepto de la Trinidad cristiana?
Por Samuel Jaque Barrios



Una de las comparaciones más comunes usadas para ejemplificar a la doctrina de la trinidad es el ser humano como analogía respecto a su unidad compuesta, en que, el ser humano está compuesto, supuestamente, por tres partes, y la Trinidad también (aunque nosotros no creemos que el ser humano está compuesto por tres partes sino solo por dos, pero vamos a suponer hipotéticamente que es tripartito). Aquí presentaré tres errores de esta comparación que demuestran que es una falsa analogía.

Como primer error diremos que, mientras que en el ser humano es necesario que cada parte esté junto a la otra para que se forme éste y que cada parte no es el ser humano en sí mismo, en la Trinidad no se cumple esto, pues esta doctrina sostiene que cada persona divina es el Dios por completo o en sí mismo, por lo que la composición de la unidad formada de la trinidad es de una manera distinta, me explicaré; El ser humano, en este caso hipotético, está compuesto por el alma, el cuerpo y el espíritu, que podemos representar así para ilustrarlo: A+B+C=X. Donde A es el alma; B es el cuerpo; C es el espíritu; y X es el ser humano. Si falta una de las partes, no se puede formar el entero del total o resultado de la suma que es el ser humano (X). También, en este caso A no es X ni ninguna de las partes es X en sí misma.  Si falta A el producto es B+C = X-A, por lo tanto, no forma X. En cambio en la trinidad, cada persona es Dios por completo y a la misma vez forman al Dios juntos, es decir, es el Dios tanto una persona sola como las tres juntas, en este caso, esto no tiene representación lógica  porque el valor de una parte es también el valor total de las tres partes juntas, es decir, A+B+C=X, donde A es El Padre; B es el Hijo; C es el espíritu; y X es el Dios como resultado, pero luego, se sostiene que A es completamente X, como también cada parte particularmente, en este caso la comparación es incogruente matemáticamente. Además de ser incongruente, ya que A es X, y A+B+C tambien es X, esto causaría que A (y los demás sumandos) tengan dos valores distintos a la misma vez para un mismo resultado, causando una contradicción lógica. (Esto además de demostrar un error en la comparación, prueba que la trinidad es ilógica). 

Como hemos dicho antes, hemos asumido hipotéticamente que el ser humano es tripartito (compuesto por tres partes), solo en con el fin de demostrar que una tripartidad no es comparable con la trinidad, por las razones antes presentadas. Pero nosotros realmente sostenemos que el ser humano es bipartito o dicotómico compuesto por dos partes, porque que en nuestra opinión, realmente no existe tal aspecto de comparación entre una tripartidad del hombre con la idea de la trinidad. Para mayor información sobre la composición del hombre, puede ver el artículo relacionado titulado "La dicotomía del ser vivo".

Continuando con los errores de la compración trinitaria, el segundo error es el siguiente. Mientras que la idea de la trinidad sostiene que cada persona que forma al Dios son de la misma esencia, es decir coiguales en esencia, el ser humano no cumple esto, ya que el ser humano está compuesto por fracciones de distintas esencias, mientras que el cuerpo es de esencia humana, el espiritu es de esencia o naturaleza espiritual, por ende, esta compuesto por partes de distintas esencias, es decir, no son coiguales.

Y para terminar, como tercer error podemos decir que, mientras la trinidad esta formado por tres entes conscientes, inteligentes e independientes entre sí en cuando a subsistencia (porque cada uno es Dios por completo en sí mismo), el ser humano no, por ejemplo el cuerpo no es un ser inteligente distinto del Espíritu, es más, estos dos deben estar juntos para que se forme un ser inteligente. El cuerpo sin el espiritu deja de ser, no es un ente con inteligencia personal o independiente. Distinto a como sucede con la trinidad, que cada persona divina tiene su propia inteligencia, y es un ser distinto del otro.






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¿Quién escudriña la mente y el corazón?



¿Quién Escudriña La Mente y El Corazón?
Por Samuel Jaque Barrios



Ciertamente en el antiguo testamento leemos que el Dios escudriña los corazones y hasta los más íntimos pensamientos, por ejemplo, en los Salmos leemos:
"Acabe la maldad de los impíos, mas establece tú al justo, pues el Dios justo prueba los corazones y las mentes." (Salmos 7:9) 
"¿No se habría dado cuenta Dios de esto? Pues El conoce los secretos del corazón." (Salmos 44:21)
Entre otros textos más que lo revelan, aquí vemos indudablemente que el salmista está reconociendo que el Dios tiene la capacidad de conocernos internamente, de saber cuáles son nuestras intenciones y nuestros pensamientos, sin embargo, esto no es todo, maravillosamente, el Dios no es el único que tiene la capacidad de hacerlo, ya que Él le ha concedido al Hijo también hacerlo, porque como sabemos, todo lo que el Padre hace, el Hijo también lo hace igualmente, pues así se lo ha permitido y le ha placido al Padre (Juan 5:17-29), por consecuencia, el Hijo también puede escudriñar nuestros corazones y habitar en nosotros. En Apocalipsis leemos al Hijo declarádonos que tiene esta capacidad, leamos:
"Y mataré a sus hijos con muerte; y todas las asambleas sabrán que yo soy el que escudriño los riñones y los corazones: y daré a cada uno de ustedes según sus obras" (Apocalipsis 2:23)
Por lo tanto, el Dios como su Hijo Jesús tienen esta capacidad de escudriñar los corazones, y esto es debido a que el Padre comparte su propio Espíritu con su Hijo, es decir, comparte con su Hijo su poder, y por ende, sus capacidades (aunque sea relativamente, o sea, que depende del Padre) pues, de esa manera, Jesús puede estar en nosotros y conocernos e interceder ante el mismo Dios Todopoderoso. En Romanos leemos lo siguiente:
"Y el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos" (Romanos 6: 27)
Pero más allá todavía de esto, Jesús también debe escudriñar los corazones debido a que el juicio el Dios lo llevará acabo por medio de su Hijo Jesús quien nos pagará conforme a nuestras obras (Jn 5: 22, 27; Rom 2:16; Hch 10:42; 17:31; 2 Tim 4:1). Y esta gran capacidad, no es porque Jesús sea parte de una trinidad o unicidad, ni porque sea otro Dios, evidentemente no, pues de lo contrario no requeriría que el mismo Dios le concediera tales atributos, pues en esos casos, Jesús sería el mismo Dios y ya poseería tales atributos y no requeriría que se le concediese, esto implica, como inferencia lógica, que no poseía tales habilidades antes de que se le concediese por su Padre. Claramente, como se muestra explícitamente en los textos bíblicos, esto no es intrínseco a él, sino adquirido por la dación del Dios Todopoderoso quien se lo concedió por ser su Hijo amado y por su mérito, a quien puso como Señor de todos y todo.



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El Gran Error del Trinitarismo y el Unicitarismo


El Gran Error de la Trinidad y la Unicidad
Por Samuel Jaque Barrios




Es evidente, y esto hay que reconocerlo con humildad y honestidad, la biblia siempre presenta a Jesús como un ser distinto del Ser Supremo, el Dios (sustantivo), a quién se le distingue como un ser que es su Padre y su autoridad, su propio Dios (Jn 20: 17; Apoc 3: 12), presentados como Padre e Hijo. Y no hay razones para pensar que son el mismo ser, ya que las expresiones y la literalidad de los textos son evidentemente claros en que son dos seres distintos, sobre todo cuando el mismo Jesús se dirige a él como su Dios, le habla, le ora, le alaba y lo alude, distiguiéndose a sí mismo de él, y no es que habla con el Padre únicamente, en el sentido de que se dirige a la primera persona de una trinidad, sino que, como dije antes, que él mismo considera a su Padre como el Dios y su propio Dios, y así mismo, el único Dios verdadero (Juan 17:3). Quienes los mismos apóstoles así lo evidencian en sus cartas, al mismísimo Dios Todopoderoso como Padre de Jesús, y no que conforman al Dios entre ellos (Ro 15: 6; 2 Cor 1: 3; 11: 31; Ef 1: 3, 17; Co 1: 3; 1 Pe 1: 3). Porque como he dicho varias veces, y la persona honesta lo debe reconocer, que no existe pasaje explícito ni implícito en la biblia que muestre o enseñe que el Dios está compuesto por tres personas, ni mucho menos que el Dios y Padre sea el mismo con el Hijo. Aun cuando hay textos que claramente muestran a Jesús divino, como theos (adjetivo), y que son explicados satisfactoriamente por la postura arriana, pero que engañozamente aparentan deidad si se mal interpreta.

El error del trinitarismo y el unicitarismo es creer que esta aparente evidencia textual de que Jesús es Dios al ser designado theos, lo transformaría automáticamente a ser el mismo ser que es el Ser Supremo que antes se aparentaba ser distinto de él. Lo que se torna ilógico e inconsistente con la totalidad de la biblia, rompiéndose la coherencia de muchos textos (incluido los antes mencionados). El hecho de que a Jesús se le llame aparentemente "theos" (o "Dios" según la mayoría de versiones) en algunos pasajes, no constituye ni lógica ni coherentemente, bajo ninguna regla, que sea el mismo Dios Supremo Todopoderoso que se decía que era su Padre, sino otro ser también distinguido como theos, de la misma forma que cuando se le llaman a otros seres como theos o elohim, por ejemplo a hombres (Sl 82: 6; Jn 10: 34), a ángeles (Sl 8: 5; 97: 7; 138: 1), o al mismo Satanás (2 Co 4:4), sabido esto, jamás pensaríamos que éstos son el mismo Dios Todopoderoso por el simple hecho de que también usan el mismo término "theos" que se traduce como "Dios" en la mayoría de versiones, confundirlos o considerarlos a éstos seres como si fuesen el mismo Ser Supremo, sería un terrible equívoco (falacia), el cual, por el hecho de que al Ser Supremo se le llame "theos/elohim", y a otros seres se les llame "theos/elohim" también, no significa que sean el mismo ser, y este es el gran error de estas posturas. Si a Jesús se le quiere confundir con el Ser Supremo por esta similitud del término o palabra en común, con el que se decía que era su Padre, por el simple hecho de que se le aplica también "theos", podríamos usar el mismo argumento de igual manera para incluir a los otros seres que se le llaman así también, de ser el mismísimo Todopoderoso como se usa con Jesús, con la misma justificación de que como solo existe un solo Dios (theos/elohim), y todos estos son theos/elohim también, entonces éstos son "uno" entre ellos o el mismo, constituyendo al Dios Todopoderoso.

Pero eso no pasa, no se da esa interpretación, porque hay una selectiva forma de interpretar los textos debido a la idea preconcebida y predeterminada al leer eso. Porque como sabemos, el hecho de que a Jesús se le llame theos, es la única razón (errada) que los trinitarios y unicitarios (incluido muchos teólogos de renombre), tienen o usan para interpretar lo que sostienen, a Jesús constituyendo al Dios trinitario o unicitario. Todo debido a ideas preconcebidas, sea por formación y/o porque se cierran a considerar la posibilidad de estar equivocados, además de la presión de la gente al apreciar algo que casi todos rechazan (la no trinidad).

Muchos de estos problemas también tienen mucho que ver con las traducciones o versiones bíblicas. Por ejemplo, ya al omitirse el artículo definido "el" antepuesto a "Theos" en el nuevo testamento y también en el antiguo testamento en el caso de "Elohim", se forma una clara confusión cuando se usa "Elohim" y "theos" como adjetivos, sin el artículo antepuesto, lo cual, gramaticalmente tienen distintos significados y por lo tanto, distintas implicaciones semánticas, lo que impide la fácil y clara diferenciación entre estas aplicaciones, y por ende, la adecuada interpretación. Es este mismo detalle el que ha causado que el término "dios" comienzara a usarse como un sustantivo propio, porque no le colocan (porque deberían) el artículo definido ("el"), cuando realmente es un sustantivo común, diferenciando a un ser que "es el theos" y a otro que "es theos" . Así también, la conveniente traducción de los términos "theos" y "elohim" a "dios" en solo algunos seres en que se presenta.

En resumen, no hay ninguna razón lógica (de  Lógica) realmente para confundir a estos dos seres, a Jesús y al Ser supremo, si no fuese por los problemas que acabo de mencionar. Desde que se entiende esto, ya lo demás comienza a comprenderse con mayor facilidad, y los textos ya no presentan esa barrera confusa y solo queda el saber usar la correcta lectura bajo las correctas reglas del lenguaje y todos sus fenómenos lingüísticos (otra barrera más) para la más correcta interpretación.

Próximamente estaré desarrollando este tema con mayor profundidad, detalle y precisión en otro artículo, demostrando que al único que se le debe titular como "Dios" literalmente es al Padre.




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¿Quién es el Creador del Universo?
Por Samuel Jaque Barrios



Al comenzar a leer el libro de Génesis, lo primero que leemos es al Elohim creando los cielos y la Tierra y todo lo que hay en ella (Génesis 1). En estos pasajes es evidente y claro, el Dios Todopoderoso es el creador de todo, así se declara a lo largo de toda la biblia, el Diseñador que ha hecho todo según su voluntad y poder:
"«Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas»." (Apocalipsis 4:11 NVI)
Es él quien ha ajustado y coordinado cada parámetro de este universo complejo con suma inteligencia y sabiduría, como un director de orquesta crea su obra, la  diseña, la ajusta y hace como él quiere, quien además tiene una participación directa en la ejecución, incluyendo en su obra al mismo Jesús su Hijo, quien es el principio, el archē (ἀρχὴ) de todo lo que existe (Apocalipsis 3:14).

Sin embargo, eso no es todo, una incógnita y polémica surge cuando leemos en Génesis al Dios hablando con alguien, y esto se presenta en las expresiones que leemos, como por ejemplo, cuando expresa "hagamos" (Génesis 1:26) o "es como uno de nosotros" (Génesis 3:22). Sin embargo, los discípulos nos revelan este misterio, ellos nos aseveran que Jesús, aun siendo el primero de todo lo que existe, tuvo un lugar excepcional y protagónico en la obra de la creación de todas las cosas, pues nos afirman que él es el medio por el cual el Dios Todopoderoso creó el universo, como el músico en la ejecución en una obra sinfónica de una orquesta dirigida por su Padre, así mismo, como también testifica Salmos 148, en el verso 5:
"Alabad el nombre de Yahweh; porque él mandó y fueron creados"
El Dios de amor le ha dado un lugar y propósito especial a su Hijo en esta gran obra de la creación. Algunos testimonios de esta revelación la leemos en los siguientes pasajes:
"Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Juan 1:3) 
"En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El, y el mundo no le conoció" (Juan 1:10) 
"En estos últimos días, Dios nos ha hablado de nuevo a través de su Hijo. Él creó todo el universo por medio de su Hijo, a quien nombró heredero de todo lo que existe" (Hebreos 1:2) 
"Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de El y para El" (Colosenses 1:16) 
"Sin embargo, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para El; y un Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio del cual existimos nosotros" (1 Corintios 8:6)
Una sorpredente revelación de la relación entre el Dios y Jesús respecto a la creación del universo. El Ser supremo nos ha creado y nos ha traido a la existencia y a todo lo que existe, por medio de su amado Hijo Jesús.




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¿Trinidad en Génesis 1: 26?


¿Trinidad en Génesis 1: 26?
Por Samuel Jaque Barrios

"Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza..."
El texto de Génesis nos presenta al Elohim diciendo a otro ser que hagan al hombre conforme a su imagen y semejanza, este texto es muy usado por trinitarios para sustentar su doctrina, sin embargo, este pasaje no satisface (ni puede) la postura trinitaria. Hay tres detalles que deben considerarse aquí para no equivocarse en la interpretación del texto.

1.- Evidentemente, Elohim le habla a un ser que está con él, el primer verbo usado en el pasaje antes del sustantivo "Dios" (Elohim) que es el sujeto, es "dijo" (אָמַר) el cual está en singular, que es la acción del sujeto, lo que significa que el sujeto debe ser interpretado de la misma manera, en singular, y se dirije diciendo "hagamos", es decir, a un ser distinto de Él, distinto del que habla, lo cual es algo lógico, ya que el sujeto que habló, emite un enunciado en plural, y no en singular, al estar en plural, naturalmente y de forma textual debe entenderse que habla a un ser externo de Él, de modo que cuantitativamente sean más de uno entre ellos y tenga sentido el uso del plural. Por lo que el "hagamos" se conforma de Elohim y otro ser u otros seres, y no solo Él, de lo contrario, si se hablase a sí mismo, él diría "haré al hombre a mi imagen" (singular). Cualquiera que interprete este texto no como aparece textualmente y quiera suponer que se hablaba a sí mismo o a seres dentro de él mismo, rompe la textualidad o letra del texto y evidentemente no pretende interpretarlo objetivamente, sino que busca acomodarlo deshonestamente.

2.- Ahora bien, en el supuesto de la hipótesis de la trinidad, independientemente de que Elohim sea trinidad o no lo sea y se quiera apelar una hipotética unidad compuesta del término "elohim", esto no influye en este pasaje, ya que, al ser el mismisimo Elohim el que habla, debe entenderse por defecto que es Él en su totalidad el que emite esas palabras, y no una fracción o parte de él, en este caso, si fuese una trinidad, sería la totalidad de esa trinidad que habla con otro ser, es decir, hablaría la unidad compuesta de personas con otro ser distinto de esta trinidad y no una persona de ésta a otra de esta misma unidad. Una cosa muy distinta sería que alguna persona de la trinidad dijera a otra de la misma trinidad "hagamos", por ejemplo, el Padre al Hijo, o al E.S. o viceversa, sin embargo, ahí no se nos menciona a ninguna de esas personas hablando, de modo que tenga validez esta hipótesis, sino que textualmente se muestra al Dios, es decir, que textualmente el mismo Dios Elohim habló a otro ser que estaba con él (Elohim + otro/ ser/es). Si hubiese trinidad, aun así, la trinidad hablaría a otro ser.

3.- Por ende, ni teológica, lógica ni bíblicamente el texto soporta la hipótesis de la trinidad, ya que solo el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo podrían ser candidatos creadores involucrados en este pasaje, y si son los únicos, necesariamente con quien hablaba el Elohim, debe ser distinto de Él, lo que causa una separación y distinción entre estos seres, solo de este modo el plural sería adecuado y tendría validez gramatical su uso; en que Elohim habla con otro ser. Por lo que la hipótesis de la trinidad, de que Elohim se hablaba a sí mismo, no puede aplicar en este pasaje, ni se extrae del mismo, por lo tanto, los canditatos creadores deben ser, por lo menos uno, distinto de Elohim.

Ahora bien, si Elohim está hablando con otro/s más distinto/s de Él, ¿Quién es este otro ser o seres con el que habla?. Bíblicamente es Jesús o el Logos, ya que fue con él y por medio de él que Elohim creó el universo. Todo esto apoya la premisa de que Jesús es un ser distinto del Elohim, y no el mismo ser, y si es Jesús quien estaba con el Elohim, entonces se produce una clara inconsistencia con la doctrina de la trinidad o la unidad compuesta, lo que la hace inviable en este pasaje. Para leer sobre Jesús y su participación en la obra de la creación del universo, ingrese al siguiente enlace relacionado titulado "¿Quién creó el universo?"




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domingo, 19 de mayo de 2019

Adán fue creado mortal



¿Adán fue creado mortal?
Por Samuel Jaque Barrios


Puedes ver este estudio bíblico en video y/o leerlo:


La creencia popular sostiene que Adán, el primer hombre, fue un ser humano creado  con inmortalidad corporal, y que esta característica la perdió al caer en pecado, sin embargo, esa premisa no tiene sustento bíblico, más bien surge de la doctrina de la transmisión del pecado original que consiste en considerar que todos los seres humanos tenemos la "mancha" del pecado debido a Adán y nos la presenta como una mancha inherente al cuerpo o al espiritu del hombre, no obstante, esta postura no se ajusta a la correcta percepción bíblica del pecado, en que éste es una acción desaprobada por la ley o voluntad del Dios, y no una contaminación literal del ser humano, de este modo, la biblia presenta la condenación del pecador por sus actos, y no por su naturaleza humana ni por una inherente marca o pecado transmitido genéticamente desde el primer hombre (Adán). Así como enseñó el apóstol Pablo que, donde no hay ley no hay inculpación de pecado (Romanos 5), es decir, solo hay inculpación cuando la norma tipifica la conducta del sujeto, pero Pablo también enseña que el pecado y la muerte reinó aun antes de la ley, es decir, que existían conductas moralmente reprochables por el Dios, y que fueron posteriormente reprochadas por la ley, o sea, tipificadas en normas. Por lo que las ocasiones en que se representa al pecado como una mancha o contaminación, está bajo el lenguaje retórico para simbolizar la culpa del hombre. Para conocer más sobre el pecado y el pecado original, te invito a ver el estudio titulado "La erronea idea del pecado original". Ahora, al haber esclarecido esto, ya podremos entender más facilmente el meollo del tema sobre la mortalidad de Adán.

Existen tres teorías o posturas respecto al estado de Adán en el Edén, una que sostiene que Adán era inmortal y que luego de la caida se convirtió en mortal, otra que afirma que Adán estaba en un estado indeterminado entre la inmortalidad y la mortalidad, es decir, que no era ninguna de ambas completamente, sino en un punto medio de neutralidad, y una tercera teoría que sostiene que Adán era mortal. Nosotros consideramos como la más correcta esta tercera teoría, el estado de Adán era de mortalidad desde que fue creado, sin embargo, eso no quiere decir que él moriría al pasar los años, sino más bien que su condición natural era mortal, y por lo tanto podía morir, pero la muerte estaba condicionada a sus actos. Ahora lo explicaremos con más detalles.

Mencionemos los aspectos principales. En primer lugar, en el principio el Creador formó al hombre de la tierra, es decir, dándole vida de materia terrestre; constituyéndolo como un ser biológicamente vivo, es decir, sometido a procesos biológico (Génesis 2: 7), este es el principal aspecto que debemos considerar, fuimos hechos de materia física, con cuerpos terrenales, no cuerpos celestiales, como los ángeles (1 Corintios 15: 40). Él nos formó del polvo de la tierra, y es por eso que nos dispuso de alimentos para comer y nutrirnos (Génesis 1: 29, 30), los cuales son únicamente útiles y asenciales para mantener la vida biológica, pues esa es la función de la alimentación, la nutrición corporal, y por ende, el abastecimiento de la energía necesaria para el funcionamiento de los sistemas biológicos internos del cuerpo. En segundo lugar, nos dió la habilidad de procrearnos (Génesis 1: 28)  al igual que los animales, es decir, nuestro cuerpo estaba sujeto al proceso de crecimiento biológico consistente con la necesidad de alimentos para mantener la vida y su desarrollo en la Tierra, todo esto se estableció desde el principio. Al parecer, desde el origen de la humanidad el Creador quiso formarnos con esta naturaleza, misma esencia biológica que poseemos ahora y caracteriza al ser humano hoy en el presente. Al parecer, cuando a Adán se le mandó a que no comiese del árbol del bien y del mal, él ya sabía el significado de la muerte para comprender el mandato dado por el Creador, recordemos que según el relato de Génesis, el huerto del Edén fue hecho después a la creación del hombre, del cual todo árbol podía comer a excepción de solo uno.

Posterior a la desobediencia del hombre, era necesario que se cumpliese lo dicho por el Creador, que Adán muera. Para cumplir esto, fue necesario apartar al hombre del recurso que le daba salud y resistencia física ilimitada, es decir, que perdiese el acceso al árbol de la vida, pues era este quien le permitía vivir ilimitadamente en óptima salud y permanecer así si continuaba consumiendo del fruto de este árbol. Cuando el Creador lo puso en el huerto, le permitió comer de todo árbol, incluyendo el árbol de la vida, con una sola excepción; comer del árbol del bien y del mal (Génesis 2: 16, 17). Luego de la desobediencia de Adán a la órden de su Creador, él quedó inevitablemente sujeto a la consecuencia de su desobediencia, es decir, a la muerte, por lo que el Creador tuvo que sacarlo del Edén restringiéndole el acceso al árbol de la vida para evitar que viviesen para siempre (Génesis 3: 22), ya que si el hombre seguía con acceso al árbol, él podía comer del fruto del arbol como normalmente lo hacía y vivir para siempre, y asi las palabras del Creador jamás se cumplirían. Una mención de esta característica sanadora del árbol de la vida se menciona en Apocalipsis 22: 2, donde se nos dice que su fruto es para sanidad. 

Esta caida en desobediencia de Adán, provocó que se perdiera el acceso al árbol de la vida, y así toda su descendencia nació sin tal privilegio, y por lo tanto, desde entonces la muerte reinó en la humanidad por su causa (Romanos 5: 12), sin la posibilidad de una vida continua con óptima salud. De esta manera, Adán y las siguientes generaciones, fueron experimentando la pérdida de la longevidad del cuerpo poco a poco y la muerte. Desde ese momento, el hombre está en un estado de separación con su Creador, a la espera de una futura reconciliación, la cual viene por Jesús, pues así por causa de Adán perdimos la comunión con el Dios, y estamos destinados a morir algún día, así también por Jesús somos reconciliados con el Creador, y por medio del cual también seremos resucitados un día (1 Corintios 15: 21). 











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