El estado de los muertos. PARTE 2:
Por Samuel Jaque Barrios
- La transfiguración (Mateo 17:1-13)
- Las almas bajo el altar (Apocalipsis 6:9-11)
- La parábola del rico y Lázaro (Lucas 16:19-31)
Muchos utilizan estos textos para sostener la inmortalidad del alma y un lugar intermedio inmediatamente después de morir, pues aquí desmentiremos estos mitos y veremos que la enseñanza de la inmortalidad del alma y el lugar intermedio no puede ser apoyada por estos textos bíblicos
La transfiguración.
Mateo 17:1-13
¿Estaba Elías y Moisés físicamente presentes con Jesús en
Tabor?
Para sostener la inmortalidad del alma muchos citan este
texto para respaldas su doctrina, diciendo que los muertos siguen vivos en un
más allá. Pero a la luz de las escrituras notaremos que verdaderamente ellos no
estaban presenta en la transfiguración de Jesús, sino solo Jesús, respecto a
ellos, era solo su apariencia.
Para poder confirmar esto debemos leer el texto en el
versículo 9, leamos.
Mateo 17:9 “Cuando
descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión,
hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.”
Es decir, ellos no estuvieron físicamente ahí, excepción
de sus apariencias, solo Jesús estaba ahí verdaderamente. Si observamos todas
algunas menciones de visiones en a biblia, notaremos que lo visto nunca está presente, sino que solo es un éxtasis. Las visiones no implican que lo mostrado
esté presente necesariamente, esto mismo sucede con la visión de Pedro del
lienzo en Hechos 10:9-17, si leemos este texto, nadie se atreverá a decir que
Dios suspendió a todos esa cantidad de animales en el cielo (v. 12 “en el
cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo”).
Claramente aquí solo fue usado la apariencia de todos estos animales, y no sus
cuerpos físicos.
También podemos ver el ejemplo de Pablo cuando vio a
Ananías que le colocaba la mano sobre sus ojos cuando esta ciego después de su
conversión en camino a Damasco, esto lo vemos en Hechos 9:10-12. Pablo vio en
visión a Ananías, y que lo curaba, pero esto no fue real, y Ananías no estaba
físicamente en esa visión, solo después de que Ananías fue físicamente a donde
Pablo recién ahí lo tocó y lo curó. Esto nos muestra que en la visión Ananías
no estaba físicamente y solo fue una ilusión dada por Dios a Pablo.
Y todo esto lo confirma el mismo Pedro en Hechos 12:6-10,
donde es liberado de la cárcel por un ángel, y el reconoce la diferencia de una
visión y la realidad, en el verso 9, leámoslo.
“Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo
que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión.”
Pedro confirma que las visiones no son sucesos reales.
Por lo tanto ni Moisés ni Elías estaban ahí presentes físicamente.
Los mártires bajo el altar
Apocalipsis 6:9-11
¿Los mártires estaban
literalmente ahí bajo el altar?
Para responder esta interrogante, preguntémonos algunas cosas:
“¿Las almas claman?”, “¿Por
qué las almas debajo del altar?’”
Muchos sostiene que los
mártires se encontraban verdaderamente bajo el altar, aquellos que fueron
muertos por la causa de Cristo. Pero ¿es así como dice?, la verdad es que no,
este texto no es literal, sino simbólico, analicemos un brevemente este texto:
“Cuando el Cordero rompió el quinto
sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por
causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio. Gritaban a gran voz:
«¿Hasta cuándo, Soberano Señor, santo y veraz, seguirás sin juzgar a los
habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?» Entonces cada uno de
ellos recibió ropas blancas, y se les dijo que esperaran un poco más, hasta que
se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a sufrir el
martirio como ellos.”
Para comenzar a explicar este
texto, debemos considerar que este texto no es literal, sino que es figurado,
simbólico, aquí se utiliza una figura literaria llamada “personificación”, ésta
consiste en atribuir a objetos o animales cualidades de ser humano, esta figura
también es utilizada en Génesis 4:10, leamos este texto.
“—¡Qué has hecho! —Exclamó el Señor—.
Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia.”
Podemos apreciar aquí, que
Dios dice que la sangre de Abel clama por justicia desde la tierra, no se
requiere ser un doctor de la biblia o la literatura para decir que esto no es
literal. Aquí Dios está expresando que él sabe lo que Caín hizo, y lo reprende.
Aquí en Génesis 4:10, cuando
dice “sangre” es literal, y luego se le atribuyen cualidades y acciones no pertenecientes a la sangre, esto es
claramente la aplicación de la figura retórica “personificación” (o prosopopeya),
tenemos otros ejemplos de esta figura aplicada en la biblia, lo podemos
ver en 1 Cor 12:15-16, Job 28: 22; Salmos 19: 1-2; 35: 10; 85:10; 114: 3; Isaías
55:12; Lucas 19:40, entre otras. Esta figura mantiene el objeto de forma
literal pero las cualidades son figuradas, los mismo sucede aquí, la sangre se
mantiene, pero las cualidad atribuida es figurada, ésta representa que Dios está
consciente del crimen de Caín.
Pero esto no queda aquí, para poder dar una mejor luz de
esto, si logramos comprender que las almas están debajo del altar, esto no es
casualidad que se diga, sino que un significado tiene, los mártires son
personas que han sido muertas por una causa, ellos han sido sacrificados por el
nombre de Cristo, su sangre a sido derramada por motivos del Señor, y dieron
sus vidas hasta la muerte. Esto es una pista para entender este pasaje, ahora dirijámonos
a Levítico 4:5-7, donde dice:
“El sacerdote ungido tomará un poco de
la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión. Mojará el dedo en la
sangre, y rociará con ella siete veces en dirección a la cortina del santuario,
en presencia del Señor. Después el sacerdote
untará un poco de la sangre en los cuernos del altar del incienso aromático,
que está ante el Señor, en la Tienda de reunión. El
resto de la sangre del novillo la derramará AL PIE DEL ALTAR del holocausto,
que está a la entrada de la Tienda de reunión.”
Si notamos aquí en Levítico,
la sangre de los animales víctimas de sacrificio es es derramada AL PIE DEL
ALTAR, los mismo es descrito en el texto de Apocalipsis 6, donde las alma están
debajo del altar, y clamando por
justicia al igual que Abel, esto es lo mismo paralelamente, así como la sangre
Abel clama, las almas de los mártires claman, la sangre del sacrificado en
derramada debajo del altar, las almas de los mártires están debajo del altar,
claramente el hecho de que los mártires están en aquel lugar nos representa que
han sido muertos, y esto por causa del Señor.
Pero usted puede decir “pero
en Apocalipsis no dice sangre, dice alma, esto cambia todo, se está refiriendo
a la persona”.
Pues en eso no hay
contradicción ni inconsistencia en mis palabras, en el texto de Levítico, unos
capítulos más adelante podemos leer algo alentador:
Levítico 17:11 (NVI)
“Porque la *vida de toda criatura está en la sangre. Yo
mismo se la he dado a ustedes sobre el altar, para que hagan propiciación por
ustedes mismos, ya que la propiciación se hace por medio de la sangre.”
*Lit. Alma
Esto nos ilumina aun más todo esto
lo dicho, y también si leemos Deuteronomio 12:23, veamos.
“Pero asegúrate de no comer la sangre, porque la sangre
es la *vida. No debes comer la *vida con la carne.”
*Lit. Alma
Y también en Génesis 9:4.
“Pero no deberán comer carne con su *vida, es decir, con
su sangre.”
*Lit. Alma
Podemos apreciar claramente
que la sangre representa el alma o vida, según los diccionarios hebreos, alma y
vida son sinónimos, y literalmente en esto dos últimos pasajes presentados,
literalmente dice “alma”. Cuando el Apocalipsis nos presenta alma, fácilmente
podemos entenderlo como sangre, pues según en Levítico 17:11, la vida o el alma
está en la sangre, y en Deuterononio y Génesis lo detalla más, diciendo que la
sangre es la vida o alma misma. Es decir, la sangre de los mártires clama por
justicia, así como Abel.
Claramente no eran las
personas muertas, sino la sangre, así como la de Abel. Este pasaje nos enseña
por medio de este símbolo, que Dios está consciente y recuerda a los mártires y
hará justicia. Todo esto descrito en Apocalipsis 6:9-11 es figurado. Los
muertos no están en el altar en el cielo.
La parábola
del hombre rico y Lázaro
Lucas 16:19-31
¿Existen estos lugares
descritos en esta parábola?
¿Los hombres después de
morir siguen conscientes y vivos y va a estos lugares?
Para conocer con más detalle esta parábola ingresa aquí http://embajadores-delreinodedios.blogspot.com/2014/01/parabola-del-rico-y-lazaro-explicada.html o busca la entrada en este blog con el título de la parábola
Muchos sustentan el
infierno y la inmortalidad del alma
citando esta parábola, pero a la luz de las escrituras nos daremos cuenta que
Jesús al relatar esto, nunca nos quiso dar a entender que los lugares descritos
existen o que los muertos siguen vivos después de muertos y van a estos
lugares.
La Parábola del hombre rico y
Lázaro, es una representación, Jesús la utilizó para darles la enseñanza a los
que estaban escuchando en ese momento, estas enseñanzas fueron directamente
dirigidas a estos espectadores, confrontándolos y dándole lecciones para su
aprendizaje.
Esta parábola como toda otra
contiene aspectos reales como, hay un Dios, hay un juicio, hay un destino para
el hombre. Pero esta parábola contiene estos aspectos para representar la realidad que los hombre deben
saber. Jesús relata esta parábola no solo con el fin de dar una enseñanza; que
hay castigo y recompensa después de que mueren, y solo Jesús utiliza todo esto
para representar el fin de los tiempos. Jesús utiliza estos recursos que
ciertamente no son posibles en la realidad, para solo entregar su enseñanza,
esto no es literal. El hombre rico es llevado a un tormento y Lázaro al lado de
Abraham, representado el destino de cada uno, y luego comienzan un diálogo, es ahí
donde Jesús comienza a entregarles la enseñanza central, y comienzan a hablar.
Si esos lugares mencionados como tales fuesen reales,
entonces también sería real que ellos se están viendo unos a otros, el rico con
Lázaro, pero NO, esto no es literal, los lugares no son literales, solo Jesús
utilizó estos destino representado el destino del hombre que será determinado en
el juicio al final de los tiempo, esto solo Jesús lo hizo para representar el
contexto. Solo hay un juicio (Apocalipsis 20:11-15), no dos, y este juicio es el
del fin de los tiempos, donde los destinos de los hombres se determinan.
Como he dicho, esto solo
representa el destino de los hombres (y que no hay vuelta atrás). En el diálogo
podemos ver que Jesús mismo les da una lección para aquellos que creen que hay
vida después de muertos (inmortalidad
del alma), esta creencias es sostenida por el rico, ya que él le dice a
Abraham:
“Entonces te ruego, padre, que
mandes a Lázaro a la casa de mi padre, para que advierta a mis cinco
hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento.”(Lucas 16:27, 28)-
El hombre rico
creía en la inmortalidad del alma, es decir, que el hombre sigue con vida
después de muerto, y que Lázaro podía comunicarse con los vivos si viajaba a
donde sus hermanos, aquí el hombre rico nos expresa la creencia de la no
necesidad de resurrección para tener comunicación con los vivos.
En las segundas palabras del hombre rico, el insiste en
que si un “muerto” es enviado a los hermanos, ellos se arrepentirán (v.30).
Pero Abraham nos entrega la enseñanza contraria a ésta, y esto para dar la
verdadera enseñanza, Abraham dice en su primera respuesta al hombre rico:
“Ya tienen a Moisés y a los profetas; ¡que les hagan caso
a ellos!”(v.29)
Abraham nos entrega la importancia de la palabra de Dios,
en el caso de los tiempo de Jesús es el A.T. y que en ella encontrarán la
salvación, por medio de Moisés y los profetas, para no llegar a esa situación
donde se encontraba el hombre rico.
Los destinos que se representan en esta parábola son
definitivos, no intermedios, Lázaro recibiendo “consuelo”, y el rico es su
instancia de“angustia”. Abraham en su segunda respuesta confronta la creencia
del hombre rico y responde:
“Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco
se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos. »”(v.31)
Abraham sostiene que para que un hombre pueda tener
comunicación con los “vivos” debes necesariamente ser “levantado de los
muertos”, es decir resucitado, y esto en cuerpo, esto es contrario a los que el
rico sostenía, ya que él sostenía que fuese un muerto a sus hermanos.
Los diágolos que Jesús nos presenta aquí, son la
verdadera enseñanza que se debe adquirir. Los lugares no son literales, solo
representan el destino del hombre, de ser literal como he dicho, si existiesen
como tal, sus descripciones serian tal y como se presentan de igual forma; un
destino inmediato al morir, un lugar donde se comunican los dos lugares de
destino.
Esta es la enseñanza general de esta parábola resumida.
La intensión de Jesús era dar estas verdades utilizando estos recursos; un contexto
del destino del hombre y que los muertos hablasen. Esto confrontó a los oyentes
para ese entonces, esto fue un balde de agua fría para los judíos que
escuchaban, ya que ellos creían en un lugar intermediario. Si se toma literal
además de presentar inconsistencias por sus descripciones, también contradiría
lo dijo por el autor de Hebreos al decir que Abraham al igual que los demás
héroes de la fe nombrados, no recibieron recompensa celestial (Hebreos 11:8,
13-16), en cambio en la parábola se nos describe a Abraham en el lugar de
consuelo con Lázaro, en la recompensa. Es por ello que definitivamente este lugar
no es literal y no existe como tal, sino que solo es una representación del
destino del hombre como contexto. Con esta parábola definitivamente no podemos
sustentar la creencias del un lugar llamado el “seno de Abraham”, de ser
sustentada, tendríamos obligadamente que decir que los justos y los injustos se
pueden comunica, que Abraham está ahora en la recompensa del consuelo.
Esto contradiría las escrituras, los lugares y el rico y
Lázaro no era personas reales, Abraham representa a Dios. Por lo antes
explicado no podemos apoyar que existe el Seno de Abraham ni lugar intermedio
descrito en esta parábola.
(Para conocer con más detalle esta parábola ingresa aquí http://embajadores-delreinodedios.blogspot.com/2014/01/parabola-del-rico-y-lazaro-explicada.html ó busca la entrada en este blog con el
título de la parábola).
Podemos concluir que los textos anteriormente mencionados
y explicados no enseñan ni apoyan que los muertos están conscientes o vivos en
un lugar intermedio como si hubiese inmortalidad del alma.
Las almas son
mortales, ya que solo es el producto de la unión entre el cuerpo y el espíritu
o aliento de vida (Génesis 2:7; Eclesiastés 12:7-8). Y solo tendremos alma inmortal después de ser resucitados (Juan 11:23-25; Marcos 10:30; Juan 12:25; Romanos 2:7, 16; Mateo 25:46)