Geocentrismo -
La Tierra, el Centro del Universo
La tierra no se mueve
Actualmente en nuestra sociedad la teoría
Heliocéntrica se considera como una verdad absoluta, me refiero al modelo
astronómico que sostiene que el Sol es el centro del sistema solar, donde la
tierra es uno más de los planetas que giran a su alrededor.
Según la RAE, define
Geocentrismo
“Teoría astronómica sostenida fundamentalmente por Ptolomeo, astrónomo y matemático griego del siglo II, que consideraba la Tierra como centro del universo”
Heliocentrismo
“Teoría astronómica sostenida fundamentalmente por N. Copérnico, astrónomo polaco de fines del siglo XV, que consideraba el Sol como centro del universo”
Según Wikipedia,
Geocentrismo
“La teoría geocéntrica es una antigua teoría que coloca a la Tierra en el centro del universo, y los astros, incluido el Sol, girando alrededor de la Tierra (geo: Tierra; centrismo: agrupado o de centro)”
Heliocentrismo
“El Heliocentrismo (del griego: ἥλιος-helios «Sol» y κέντρον-kentron «centro») es un modelo astronómico según el cual la Tierra y los planetas se mueven alrededor de un Sol relativamente estacionario y que está en el centro del Sistema solar.”
Según la historia, la Astronomía antigua
aceptaba una concepción del universo, enunciada en el siglo IV a.C, por el
filósofo griego Aristóteles, quien postulaba que la tierra es el centro del
universo, todos los astros; el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas,
giraban en torno a ella. A esto se le llamó Geocentrismo.
En el siglo primero, el astrónomo
Ptolomeo, mejoró la teoría de Aristóteles, detallando con más precisión la
senda de los planetas, que no poseían en absoluto un movimiento al
azar, sino que mediante complejos movimientos circulares denominados
epiciclos. Ptolomeo pudo explicar sus rutas preestablecidas y sus cambios de
velocidad, en otras palabras, el esquema de Ptolomeo predecía con exactitud, el
comportamiento futuro de los planetas. Pero en el siglo XIV d.C, surgió una
teoría matemática llamada Heliocentrismo postulada por Nicolás Copérnico, y que
considera también la idea del siglo III de Aristarco de Samos que no fue
aceptada en su momento. Copérnico decía que el Sol y no la Tierra, era el
centro del universo. A Copérnico le desconcertaba la compleja mecánica celeste de
Ptolomeo, pero halló una explicación elegante cuando quitó la Tierra del centro
del sistema solar, y la reemplazó por el Sol como sistema central, a esto
también agregó que la tierra rotaba, que cumplía un ciclo de rotación
en torno a su eje cada 24 horas, él sostuvo que el cielo no se movía,
sino que éramos nosotros, el viaje de la estrellas a través del cielo
nocturno, era una mera ilusión creada por la rotación de la tierra. Sin embargo, la teoría geocénteica seguí predominando, ya que copernico aun no había hecho público su trabajo, que luego de su muerte sería conocido gracias al heliocentrista Johannes Kepler. Una vez
muerto Copérnico (año 1543), siguió con este postulado, J. Kepler, nacido en el
año 1571, quien mejoró el esquema de Copérnico con la hipótesis de que el giro
de los planetas no viajaba en círculos perfectos, sino
en elipses alrededor del Sol. Sin embargo, estas conclusiones de Kepler no hubieran sido posible sin su maestro geocentrista, Tycho Brahe, quien era un avanzado a su época que con su trabajo observacional destacable, sus predicciones de los movimientos planetarios eran altamente precisos, él postulaba la centralidad de la Tierra, el soy y la luna giran a su alrededor mientras que los demás planetas giran alrededor del sol, aunque con órbitas circulares, Tycho tras morir, heredó su trabajo Kepler. A finales del siglo XVII, el Astrónomo
italiano Galileo Galilei con sus observaciones de las fases lunares, reafirmó la teoría de Copérnico.
Sin embargo, contrario a lo que se enseña popularmente, en la actualidad, el argumento de las fases lunares es invalidado por los geocentristas, y con pruebas empíricas, se sostiene que ningún experimento ha
demostrado la veracidad de la teoría Heliocéntrica. Pero, como sabemos muy bien,
de manera apresurada ha sido acogida como una verdad en nuestra sociedad.
Hace unos pocos años, dos ex-ingenieros de
satélites geostacionarios, Ruyong Wang y Ronald Hatch, se cansaron de encubrir
mitos como el copernicano o el de la relatividad, y ahora, trabajando en la
universidad, se han empeñado en mostrar que la velocidad de la luz no es
constante, lo cual invalida la relatividad.
Dr. Wang, por ejemplo, reta a los físicos
relativistas:
“[...] Por favor, no intenten hacer la constancia de la velocidad de la luz indefinible. Dennos una clara definición y nosotros la desprobaremos”. (Dr. Wang, 2005 “First-Order Fiber-Interferometric experiments for crucial Test of Light-Speed constancy”)
Para desprobar cualquier definición de
constancia de C, ellos utilizan experimentos imaginarios de Global Positioning
System (GPS). Hay que tener en presente que para un GPS es imprescindible tener
en cuenta el “Efecto Sagnac”. Wang y Hatch demuestran que el efecto Sagnac (en
honor al físico francés Georges Sagnac) es aplicable no solo a los sistemas
rotantes, sino también a los sistemas de traslación lineal, lo cual refuta el
segundo postulado de la relatividad, y muestra que la constancia de C es solo
válida en sistemas ECI, es decir, en la tierra fija.
Por otra parte, Jet Propulsión Lab (JPL),
es un centro de alta tecnología dependiente de la NASA, que ha desarrollado el
complicado software del GPS para navegación y usos militares, cuya
licencia pertenece a la empresa Nav Com Technology (Navcomtexh.com). El asunto
es que Wang y Hatch, buenos conocedores de los entresijos del GPS, decidieron
confrontar algunos resultados suyos -obtenidos para un marco ECI- con los del
software de Jet Propulsión Lab, teniendo en cuenta que Jet propulsión Lab se
dedica a rastrear las señales de las sondas enviadas del espacio profundo, y
comúnmente presenta sus datos en un marco “baricéntrico del sistema solar” aunque
su software permite el uso de los dos marcos “Earth fixed” (Tierra fija), y
“Sun fixed” (Sol fijo), Wang y Hatch encontraron que sus medidas y los
rangos teóricos computados en los dos marcos distintos concuerdan con
extraordinaria precisión, lo cual indica que la corrección de Georges Sagnac la
han realizados igualmente en cada marco, es decir, están tratando la velocidad
de la luz como constante respecto del marco fijo y no con respecto a los
observadores, ello es una traición a la relatividad. En definitiva, Jet
Propulsión Lab utiliza un marco ECI, geocéntrico fijo, para el seguimiento de
cuerpos en las proximidades de la tierra (al igual que lo hace la NASA, GPS,
NOAA.) en él hace todos los cálculos, correcciones, etc. Por otra parte, para
el seguimiento de sondas en el espacio profundo, Jet Propulsión Lab asegura que
utiliza un marco “baricéntrico del sistema solar”, sin embargo, toda la
computación, así como las correcciones, etc. la realizan en un marco ECI,
geocéntrico fijo; sólo posteriormente realizan las consiguientes transformaciones
no relativistas al marco “baricéntrico del sistema solar”, pero como
dicen Wang y Hatch, el uso de este marco es superfluo, así uno puede
decir sin temor a equivocarse que, el sistema geocéntrico fijo ECI, es el único
utilizado en la navegación celeste.
¿Y por qué esto es así? Pues porque el
marco ECI, o sea, el geocentrismo, es el único en el que el GPS y el efecto
Georges Sagnac son controlables, pues la luz no tiene una velocidad constante a
menos que se mida en un sistema en reposo absoluto, como la tierra lo es. (http://creacinseisdas.blogspot.com)
En realidad, todos los experimentos que se
han venido haciendo desde 1870 para determinar el movimiento de la tierra por
Airy, Michelson-Morley, Sagnac, Michelson-Gale, Miller, etc, han dado como
resultado que la tierra se encuentra en reposo absoluto (respecto del
baricentro del universo). (http://creacinseisdas.blogspot.com/2011/07/el-arte-de-negar-lo-evidente.html)
Actualmente existen libros modernos que
exponen a la luz esta gran verdad geocéntrica, uno de ellos es “The Earth
Is Not Moving” (By Marshall Hall), y también como es el caso del reciente libro
publicado el 2013, por científicos españoles. El profesor de Matemáticas
de la Universidad del País Vasco, Juan Carlos Gorostizaga y el doctor en la
misma materia por la Universidad de Murcia, Milenko Bernadic (croata que reside
en España desde 1989), han publicado el libro “Sin Embargo No Se Mueve”, en el
que defienden el geocentrismo.
CienciaPlus.Com nos informa sobre estos científicos
(Gorostizaga y Bernadic) y su libro:
Según explica en su blog (Gorostizaga: http://creacinseisdas.blogspot.com)
el geocentrismo, considerar la Tierra el centro del Universo, se trata de una ‘visión
cosmológica olvidada’ o, más bien, ‘apartada injustamente del saber’”
Así, los autores de este libro defienden
que la Tierra no se mueve, es decir, no órbita alrededor del Sol,
sino que es la estrella la que lo hace alrededor del planeta.
Además, tampoco rota sobre sí misma, sino que es el firmamento como un
todo el que lo hace. "La Tierra no es un planeta (“planeta” significa en
griego “errante”) pues está situada en el preciso baricentro del
universo, y por el efecto giroscópico está preservada de todo movimiento debido
a torques externos", señala el profesor de la Universidad del País Vasco.
Gorostizaga ha indicado que el modelo
planetario correcto es el que defendió el astrónomo danés Tycho Brahe en el
siglo XIV, aunque con ligeras modificaciones (Modelo Tychonico Modificado o
Geocentralidad, del astrónomo Gerardus D. Bouw), y que fue también el que
adoptaron los jesuitas para enseñar en las universidades de toda Europa
El modelo astronómico que presenta
Tycho es una transición entre la teoría geocéntrica de
Ptolomeo y la teoría heliocéntrica de Copérnico. En el modelo de Tycho, el Sol y la Luna giran alrededor de la
Tierra inmóvil, mientras que los demás, Marte, Mercurio, Venus, Júpiter y Saturno, girarían
alrededor del Sol. (Wikipedia).
En el blog del anterior mencionado
científico y compartido ya en algunas ocasiones, encontraremos bastante material y pruebas contundentes que
derrumban gloriosamente el Heliocentrismo copernicano, y muchas compartiremos
aquí en el presente artículo que tiene como fin difundir esta información. (Para
ver blog: http://creacinseisdas.blogspot.com/search/label/Geocentrismo )
Así como él, muchos otros científicos
están levantando la voz y sacando a la luz esta gran verdad geocéntrica. Lo que
la Nasa y los así llamados científicos, nos han ocultado durante siglos. Porque
ciertamente, todos los experimentos, algunos llamados "fallidos" para probar el heliocentrismo realmente
resultan a favor del geocentrismo, y prueban que la Tierra está inmóvil, y las
evidencias vigentes hasta la actualidad así lo confirman. A continuación, citaré algunos
textos del blog de Gorostizaga:
Aberración
estelar
“Retrocediendo un poco en el tiempo, el físico
inglés James Bradley venía desde hacía años intentando descubrir el paralaje
estelar, y en 1728 creyó haberlo detectado en una estrella . Pero un estudio
más preciso reveló que lo que Bradley acababa de descubrir no era el paralaje,
sino un fenómeno distinto llamado aberración estelar. Algo que el
heliocentrismo utilizó, y aún hoy utiliza, erróneamente como una prueba del
movimiento terrestre. Desde su perspectiva, la aberración estelar sería similar
al de un hombre con un paraguas abierto ante la lluvia que cae con una velocidad
'c', imaginémosla vertical al suelo, si ahora el hombre se desplaza con
velocidad v, entonces el paraguas, que inicialmente lo tenía en dirección de la
vertical, deberá ser inclinado un ángulo α para no mojarse. Este ángulo depende
de -v+c (suma de los dos vectores velocidad). En concreto, es fácil comprobar
que: α = arc tan v/c.
En la explicación del heliocentrista Bradley para la aberración estelar, la lluvia es la luz de cierta estrella (con velocidad c) y el movimiento es el de la Tierra por el éter (v=30 km/s). Para observar una determinada estrella, el telescopio debía moverse un ángulo α = arc tan v/c. Como la velocidad (el vector v) es distinta a lo largo de la presunta orbita de la tierra en torno al sol, el ángulo α también varía a lo largo del año. En consecuencia la estrella describiría una pequeña elipse entorno a él. El error de este argumento está en que las estrellas tienen movimientos propios, algo desconocido en tiempos de Bradley, lamentablemente hoy se conoce este hecho y sin embargo nunca se menciona cuando se habla de la aberración estelar. Para el geocentrismo sólo hay desplazamientos estelares, la tierra está en reposo absoluto, y estos desplazamientos serían los responsables de la aberración estelar. En el símil de la lluvia, estaría un hombre en reposo con un paraguas pero con viento de frente, obviamente se debería también inclinar el paraguas un ángulo α.
En 1871, el astrónomo George Airy se dispuso a probar si la hipótesis de Bradley era correcta. Y puesto que Arago/Fresnel/Fizeau ya habían demostrado que la velocidad de la luz era inferior en el aire o en el agua, utilizó ingeniosamente un telescopio con agua en su interior. La luz procedente de una estrella (supongamos que está en el cenit) llega, a través del aire, con una aberración de un ángulo α al telescopio, entonces al atravesar el agua, que es un medio más refringente que el aire, se desviará un ángulo δ adicional, por lo que habrá que inclinar un poco más el telescopio -un total de β- para enfocar la estrella. Teniendo en cuenta la ley de refracción de Fresnel, n = sin β/sin δ, para ángulos pequeños: n = β/δ. Es fácil deducir que la desviación adicional de Airy debería ser: β - α = (n2²- 1) v/c . El resultado del experimento de Airy fue desconcertante para los heliocentristas , pues resultó que no había ninguna desviación adicional de la luz de la estrella, en otras palabras, β - α =0. Y como (n2² 1) no puede ser nulo, ¡debería ser nula v!. Este fue el primero de un ramillete de experimentos cuyo resultado será siempre v=0, un resultado que no admitirán nunca los heliocentristas.
En la explicación del heliocentrista Bradley para la aberración estelar, la lluvia es la luz de cierta estrella (con velocidad c) y el movimiento es el de la Tierra por el éter (v=30 km/s). Para observar una determinada estrella, el telescopio debía moverse un ángulo α = arc tan v/c. Como la velocidad (el vector v) es distinta a lo largo de la presunta orbita de la tierra en torno al sol, el ángulo α también varía a lo largo del año. En consecuencia la estrella describiría una pequeña elipse entorno a él. El error de este argumento está en que las estrellas tienen movimientos propios, algo desconocido en tiempos de Bradley, lamentablemente hoy se conoce este hecho y sin embargo nunca se menciona cuando se habla de la aberración estelar. Para el geocentrismo sólo hay desplazamientos estelares, la tierra está en reposo absoluto, y estos desplazamientos serían los responsables de la aberración estelar. En el símil de la lluvia, estaría un hombre en reposo con un paraguas pero con viento de frente, obviamente se debería también inclinar el paraguas un ángulo α.
En 1871, el astrónomo George Airy se dispuso a probar si la hipótesis de Bradley era correcta. Y puesto que Arago/Fresnel/Fizeau ya habían demostrado que la velocidad de la luz era inferior en el aire o en el agua, utilizó ingeniosamente un telescopio con agua en su interior. La luz procedente de una estrella (supongamos que está en el cenit) llega, a través del aire, con una aberración de un ángulo α al telescopio, entonces al atravesar el agua, que es un medio más refringente que el aire, se desviará un ángulo δ adicional, por lo que habrá que inclinar un poco más el telescopio -un total de β- para enfocar la estrella. Teniendo en cuenta la ley de refracción de Fresnel, n = sin β/sin δ, para ángulos pequeños: n = β/δ. Es fácil deducir que la desviación adicional de Airy debería ser: β - α = (n2²- 1) v/c . El resultado del experimento de Airy fue desconcertante para los heliocentristas , pues resultó que no había ninguna desviación adicional de la luz de la estrella, en otras palabras, β - α =0. Y como (n2² 1) no puede ser nulo, ¡debería ser nula v!. Este fue el primero de un ramillete de experimentos cuyo resultado será siempre v=0, un resultado que no admitirán nunca los heliocentristas.
El éter lumínico.
Para conocer sobre el debate del éter, aquí en el siguiente artículo:
En la actualidad, ha renacido la idea del éter gracias a la física cuántica, donde se ha demostrado que el espacio posee propiedades, así también se ha relacionado con la materia oscura y la energía libre, algo que está en cpnsonancia con Tesla. El siguiente artículo de una revista de divulgación científica (Investigación y Ciencia), se expone respecto a éter moderno:
El experimento fallido de Micheslon-Morley
(1887).
Michelson no se quedó satisfecho con ese
resultado de 1881, y decidió repetirlo en 1887, esta vez junto a Edward Morley.
Para ello mejoraron el interferómetro, incrementando considerablemente la
distancia a recorrer por la luz, y colocando la plataforma sobre una balsa de
mercurio para minimizar las perturbaciones exteriores. Está vez el
interferómetro era mucho más preciso, con ello esperaban ver un desplazamiento
de 0.40 de franja, frente al máximo de 0.1 del caso anterior. Pero el resultado
del experimento volvió a ser tan negativo como el anterior. Incluso repitieron
el experimento un sin número de veces, a diversas altitudes, orientaciones del
instrumento, hora del día o estación del año. No encontraron el desplazamiento
de bandas esperado. Definitivamente el experimento falló en su objetivo de
detectar el movimiento terrestre y pasó a llamarse “el experimento fallido” de
Michelson y Morley. Las conclusiones fueron:
«El experimento sobre el movimiento
relativo de la tierra y el éter ha sido completado, y el resultado es
manifiestamente negativo. La desviación esperada de las franjas debería haber
sido de 0.40 de franja –el máximo desplazamiento observado fue de 0.02 y la
media menor a 0.01, y no en el lugar correcto- Como el desplazamiento es
proporcional a los cuadrados de las velocidades relativas, se sigue que si el
éter se desliza (parcialmente) al paso de la tierra, la velocidad relativa es
menor que un sexto de la velocidad de la tierra.»
El experimento fue repetido por D. Miller
en numerosas ocasiones durante 1904- 1921, posteriormente por Pr. Picard de
Bruselas y por muchos otros. Nunca se llegó a detectar rastro de la
presunta velocidad de la Tierra. Sin embargo sí se detectaba una leve
velocidad correspondiente a la del “viento de éter”, que dependía de la
latitud. Paradójicamente un experimento científico diseñado y financiado
específicamente para confirmar la hipótesis de Copérnico, Galileo, Kepler y
Newton había fallado clamorosamente. Lo lógico hubiera sido reconocer la velocidad
nula de la Tierra, pero desde hacía tiempo los heliocentristas ya no se guiaban
por la lógica. Entonces quedó el camino expedito para que llegara Albert
Einstein, recopilara un grupo de ideas disparatadas: el espacio
curvado tomado de Riemann, el concepto de espacio-tiempo tomado de
Minkowski, y la doctrina de que los objetos se contraen en proporción a la
velocidad a la que se trasladan, tomada de Fitzgerald. A las cuales añadió unos
postulados, no menos disparatados, la no existencia del éter y la constancia
universal de la velocidad de la luz. Como resultado de todo ello, el
heliocentrismo consiguió una teoría que les evitaba tener que hacer un giro
anti-copernicano y retroceder al geocentrismo.
El experimento de Sagnac y el de
Michelson-Gale
Antes de que Einstein publicara su teoría
general de la Relatividad, Sagnac, con su experimento de 1918, ya había
demostrado que tales postulados eran falsos. El interferómetro de
Sagnac estaba enfocado en detectar la rotación terrestre contra el éter.
La luz que sale de una lámpara pasa a través de un espejo semi-transparente, se
divide, y los dos rayos pasan –en direcciones opuestas- por otros 3 espejos,
para finalmente converger nuevamente en el semi-transparente, y finalmente la
luz no coherente ser recogida en la pantalla de interferencias. Todo el
conjunto está situado en una plataforma que rota a 2 revoluciones por segundo
sh (sentido horario), para cambiar después a 2 rps sch (sentido
contra-horario). Se trata de observar si hay desplazamiento de las franjas de
interferencia. Básicamente, la diferencia con el experimento de
Michelson-Morley es que en el de éstos los rayos recorrían en uno y otro
sentido un diámetro de la plataforma fija, para detectar la velocidad lineal de
la tierra (o la del viento de éter). Ahora en el de Sagnac los rayos que
convergen en la placa recorren un circuito (circular), y pretende detectar la
velocidad angular ω de la tierra (o del firmamento en torno a la tierra). Pues
uno de los rayos estará girando a favor de ω y tardará menos tiempo en alcanzar
la placa. Si se emite luz con la plataforma en reposo no se detecta
desplazamiento de las franjas, tal como en el experimento de Michelson-Morley.
Pero cuando Sagnac realiza su experimento con la plataforma rotando a velocidad
ω, encuentra que el rayo que viaja hacia los espejos que se ‘alejan’ tarda más
en llegar que el rayo que viaja hacia los espejos que se ‘acercan’. No aprecia
en los resultados, sin embargo, una velocidad de giro para la tierra, por lo
que cataloga a su propio experimento como “nulo” al igual que el de
Michelson-Morley. Aunque Sagnac no fue consciente de ello, acababa de encontrar
un resultado que contradecía a la teoría de la Relatividad, un rayo de luz
viaja a más velocidad que otro rayo, medidos ambos en un mismo sistema.
Michelson, como devoto heliocentrista, no
daba crédito al resultado del experimento de Sagnac. Así que en 1925 decidió
hacer por su cuenta este mismo experimento pero con un aparato muchísimo más
sofisticado y preciso. Como nuevo colaborador tuvo a Henry G. Gale, pues Morley
había fallecido en 1923. Para eliminar la distorsión que podía producir el
aire, Morley y Gale ensamblaron un interferómetro como el de Sagnac pero el
circuito para viajar la luz era una tubería llena de agua de una milla de
longitud. Ellos, al contrario de Sagnac, no utilizaron una plataforma
giratoria, pues consideraron que la rotación sería la propia de la tierra (la
del éter rotante, en realidad). Y efectivamente, en su experimento hallaron que
la luz atravesando el circuito en sch se retardaba. El desplazamiento de las
franjas que observaron fue más bien pequeño, una media de 0.26 franjas, que
equivalía al 2% de la velocidad ω de rotación terrestre. Ahora aparecían
pruebas evidentes de que la luz sí viajaba a través de un éter luminífero.
Michelson no supo dar una respuesta convincente a los datos de su propio
experimento. Pero ya no cabía ninguna duda, la tierra no se mueve, tampoco
rota. Sí lo hace el éter, cuyo leve viento superficial era lo que detectaban
los interferómetros. Posteriores experimentos por parte de Trouton y Noble,
Thorndyke y Kennedy, Theodore de Coudres y varios otros no hicieron más que
confirmar que la tierra se halla inmóvil en el espacio”
El Péndulo de Foucault
Unos principios básicos sobre el modelo
geocéntrico.
Este modelo geocéntrico es más simple que
el heliocéntrico de la ciencia actual, y concuerda con los resultados de todos
los experimentos y observaciones astrofísicas que se han venido realizando en
los últimos tiempos. Por esta razón, hay bastantes científicos católicos que lo
asumen como el verdadero modelo cosmológico, oponiéndose a los que suponen una
tierra en movimiento basada en la teoría de la relatividad de Einstein, una
teoría que ha sido refutada hace bastante tiempo ( Herbert Dingle, 1972).
En este modelo la tierra se encuentra fija
en el baricentro del universo sin movimientos de rotación ni traslación. Es el
firmamento como un todo el que rota en torno al eje NS terrestre una vuelta/día
en sentido contra-horario llevando consigo al sol y al resto de estrellas
fijas, galaxias, etc. La luna está orbitando la Tierra, y también lo hace el
sol que es empujado –con todos los planetas del plano eclíptico- en sentido
horario, es decir, oponiéndose lentamente al movimiento rotante diurno, siendo
ello la causa por la que el sol se retarde casi 1º al día (el día solar dura 24
horas, mientras que el día sideral dura 23 horas 56 minutos). Además
el sol tiene otro movimiento que lo hace girar una vuelta anual en torno a un
eje transversal al eje NS terrestre con el plano eclíptico siempre con una
inclinación de 23,4º respecto al ecuador terrestre, y que es la causa de que
tengamos estaciones. El movimiento resultante del sol es la bien conocida
trayectoria helicoidal a lo largo de una superficie cilíndrica seis meses
ascendiendo y otros seis descendiendo. Las distancias a las que se encuentra el
sol varían entre 142,7 y 151,8 millones de km debido a la forma del helicoide,
lo cual es equivalente a la trayectoria ‘elíptica’ del heliocentrismo. Una
persona ubicada en una latitud terrestre λ sólo ve una parte de este helicoide.
Si esa persona toma una foto del cielo cada 5 ó 7 días, siempre en el mismo
lugar y a la misma hora, obtiene evidentemente un analema solar. Lo cual es una
muestra bien perceptible de que este modelo geocéntrico es mucho más simple y
obvio que el heliocéntrico. La razón para que el lóbulo vernal del ‘8’ se vea
mayor es porque la primavera-verano tiene mayor duración en el hemisferio norte
tiene mayor altura que el inferior.
Una prueba definitiva del
geocentrismo

Un Retro-proyector sobre la
superficie de la Luna
Los experimentos LLR prueban el
geocentrismo
Por si todavía los experimentos de M-M,
Michelson-Gale, Sagnac, Trouton-Noble, Thorndyke-Kennedy etc. no probaron
fehacientemente que la Tierra se encuentra en reposo absoluto, ahora resulta
que un experimento realizado por los técnicos del proyecto Apollo, el Lunar
Laser Ranging Experiment, lo ha hecho más-allá-de-toda-duda, y sin embargo
parece que se ha silenciado.
Los experimentos LLR consisten en
enviar múltiples pulsos laser desde la Tierra hacia un preciso punto de la
superficie lunar donde ha sido colocado un retro-reflector que refleja
cada pulso haz laser de vuelta hacia la Tierra. El objetivo inicial era medir
la forma exacta de la trayectoria lunar promediando los datos de las distancias
obtenidas en distintos tiempos.
Así está reflejado en la web de APOLLO:
[...] el tiempo que tarda el pulso de luz
viaje a la luna y de regreso [de la tierra]... en cualquier lugar de 2,34 a 2,71
segundos, dependiendo de lo lejos que la luna está en el tiempo (la distancia
Tierra-Luna varía de 351.000 kilometros de 406,000 kilometros ). Podemos medir
el tiempo del viaje redondo a la precisión pocos picosegundos-, o unos pocos
una billonésima de segundo.
Retro-reflectores para el experimento LLR
fueron ensamblados durante las misiones tripuladas Apollo 11, 14 y 15; otro fue
también colocado por medio del vehículo espacial no-tripulado soviético
Lunakhod 2. En total hay cuatro colocados en la Luna (hay 5 pero uno no
funciona). Cada uno consiste en una serie de cubos (corner cubes) reflectores
concentrados, que forman un tipo especial de espejo con la propiedad de
reflejar un haz de luz entrante, y llegar a devolverlo en la misma dirección.
Puede leerse más sobre reflectores lunares en la web oficial:
Las pulsaciones del haz de laser se
observan desde telescopios terrestres, y darían a los científicos la
oportunidad de medir con precisión la distancia Tierra-Luna y así estudiar la
forma de la órbita lunar. Se utiliza un haz laser porque esta luz puede enfocarse
a grandísimas distancias con poca dispersión. Aún así, cuando llega a la
superficie lunar el haz se ha dispersado hasta formar un círculo de unos 7 km
de diámetro, y al retornar a la superficie terrestre alcanza hasta los 20 km de
diámetro. Obviamente, la señal que llega a la Tierra es extremadamente débil, y
para registrarla se necesitan largas exposiciones. Promediando la señal para un
cierto tiempo, la distancia a la Luna podía medirse con una precisión de 3 cm;
hay que tener en cuenta que la distancia media a la Luna es de unos 385.000
kilómetros.
De acuerdo al Heliocentrismo se tiene lo
siguiente:
* Velocidad orbital de la Tierra alrededor
del sol: 29,78 km/s
* Velocidad de rotación de la Tierra: 0,46
km/s (en el ecuador) – 0 km/s (en los polos).
A la hora de emitir el haz laser desde el
telescopio terrestre, no tiene gran importancia la velocidad de rotación de la
Tierra, puesto que para dirigir correctamente el rayo hacia el reflector sólo
hay que tener en cuenta la velocidad relativa entre la superficie terrestre y
la lunar. Sin embargo, esta velocidad rotacional debe ser tenida en cuenta para
ubicar con precisión el telescopio receptor que captará la luz laser que
retorna a la tierra, pues si por ejemplo el receptor terrestre estuviera en el
ecuador, éste debería estar situado entre 2,34x0,46 (1,07 km) y 2,71x0,46 (1,25
km) del punto en que se emitió el haz laser, dependiendo del lugar que se
encuentre la Luna (la luz tendrá entre 2,34 y 2,71 segundos de viaje). Si el
experimento se realizase en el polo norte, no habría este inconveniente.
Pero la velocidad lineal tiene una
desventaja superior, de acuerdo al heliocentrismo en esos 2,34-2,71 segundos la
tierra se habrá desplazado una distancia entre 69,69 y 80,71 km en su
trayectoria alrededor del sol. Por tanto, para el heliocentrismo el receptor
debería colocarse, teniendo en cuenta la extensión de 20 km del haz laser, a
una distancia entre 49,69 km y 60,71 km (a los que quizás habría que añadir los
1,07-1,25 km anteriores). Pero aún hay algo más, pues según los datos
astrofísicos recientes el sol (con todo el conjunto de planetas) se está
desplazando a una velocidad de 370 km/s hacia un punto de la constelación Leo.
Por lo que habría que desplazar el receptor en unos 938 km más.
Prueba definitiva. La Tierra no se mueve,
no rota.
Y ahora viene el punto primordial,
los experimentos LLR comenzaron a hacerse desde 1969, y se siguieron haciendo
durante bastantes años, lo que no está registrado en los libros es cuándo los
científicos encargados de estos LLR observaron por primera vez –con un lógico
asombro- que ¡el lugar receptor y el emisor coincidían!. Es decir, el mismo
telescopio terrestre que lanza hacia la luna los pulsos laser los recibe sin
ningún problema. No hay ningún desplazamiento.
Conclusiones:
- La Tierra está estacionaria relativa al
sol (la velocidad de traslación es v=0), por tanto es el sol el que orbita
alrededor de la Tierra.
- La Tierra está estacionaria relativa a
la luna, por tanto la luna orbita alrededor de la Tierra.
- La Tierra no rota en torno al eje
norte-sur terrestre (la velocidad de rotación es nula), sino que las estrellas
y todo el firmamento rotan en torno de ese eje.
(Ver artículo
aquí: http://creacinseisdas.blogspot.com/2011/01/blog-post.html )
Se ha hecho creer a la
gente que el modelo heliocéntrico ha sido probado científicamente, lo cual es
absolutamente falso. En la pantalla del televisor hemos visto tantas veces a la
tierra rotando (mientras suena la melodía del telediario), y se ha dibujado en
tantos libros el sistema con la tierra orbitando el sol… que cualquiera queda
estupefacto al conocer que no hay ni una sola prueba experimental soportando la
hipótesis del movimiento terrestre, pero es que además los experimentos
diseñados expresamente para demostrar tal movimiento han fracasado
estrepitosamente, una y otra vez, desde el año 1881 hasta el presente.
Pero eso no es todo, además, afortunadamente, tenemos la demostración matemática del modelo geocéntrico neo-tychoniano, que fue publicado en la Revista Europea de Física donde se hace el análisis newtoniano y machiano de los movimientos planetarios correspondientes. Para ver el artículo, ingrese aqui:
Pero eso no es todo, además, afortunadamente, tenemos la demostración matemática del modelo geocéntrico neo-tychoniano, que fue publicado en la Revista Europea de Física donde se hace el análisis newtoniano y machiano de los movimientos planetarios correspondientes. Para ver el artículo, ingrese aqui:
También te puede interesar:
Desafíos para heliocentristas
Desde 2004 se vienen manteniendo dos retos, uno por parte del Catholic Apologetics International, de R. Sungenis que concede 1.000 dólares a quien presente una prueba del modelo heliocéntrico que no pueda ser explicada mejor por el modelo Tychonico modificado; y otro por R.G. Elmendorf , de The Biblical Astronomer, que concede 10.000 dólares a quien aporte tal imposible prueba. En estos más de 10 años se han presentado muchas supuestas pruebas –todas ellas inválidas-, hasta el punto que se ha tenido que escribir un libro de 230 páginas con la explicación de las cuestiones más repetidas. (Puede leerse en: http://www.alcazar.net/challenges.pdf)
También se ofrece 50.000
dolares por Gregory Groebner desde el 2008, a quién presente un modelo
viable NO GEOCENTRISTA, del sistema
solar capaz de dar cuenta adecuadamente de cada una de sus propiedades,
utilizando para ello no más de tres variables. Y algunos detalles más. Desafío
titulado "The Cosmic Chanllenge".
(Para leer el
desafío, ingresar aquí: http://www.ceshe-usa.org/Documents/CosmicChallenge.pdf )
Observación de la
trayectoria de las estrellas
Si podemos apreciar en estas imágenes, las cuales nos muestran la trayectoria de las estrellas, donde apreciaremos muy bien cómo ellas uniformemente evidencian una trayectoria circular, todas perfectamente forman un círculo, y esto, en tan solo una noche:
Lo más interesante, es que nunca cambian
de lugar al pasar los meses, es decir, el supuesto movimiento de traslación,
está ausente en estas fotografías, si hacemos un experimento, y tomamos una
fotografía a las estrellas en Enero, y luego una en Julio, notaremos que las
estrellas siguen estando en el mismo lugar en las dos ocasiones, sin embargo,
si la Tierra se trasladase, esto no sería así, debido a que la posición de la
Tierra respecto a las estrellas no sería la misma a comienzos de año y a mitad
de este mismo.
Otro caso interesante es que, la forma
artesanal de los marineros o personal de mar, de barcos o naves marinas, para
orientarse respecto a los puntos cardinales, es observando las estrellas, sea
con las cruz del sur o la estrella del norte, que siempre está visible en el
cielo despejado de cada noche, no hay variación de su posición, este fenómeno
nos acusa la no traslación de la tierra, ya que la si la Tierra se trasladase,
la posición de las estrellas, constelaciones como la cruz del sur, cambiarían
por consecuencia, la posición de las estrellas en el cielo nocturno en Enero
sería una, y en Julio poseería una distinta, en una referencia de una onda sinusoidal,
estaría en los 180° de posición (o semiciclo), es respecto a una vuelta al Sol.
Así mismo podemos apreciar con este fenómeno a la
estrella del norte, que siempre está en la misma posición, ésta se encuentra
muy cercana al eje norte-sur, por lo cual su trayectoria es imperceptible a
nuestros ojos, en pocas palabras, esta estrella por decirlo de alguna manera
simple, está casi en eje de rotación, al mirar las estrellas, como vemos en las
fotografías, vemos que todas giran en entorno a ella. Al estar casi en el eje
de rotación, está aparentemente inmóvil (foto 1 y 5), y esto es cada noche del
año, en cada mes o estación. Podemos hacer la prueba fotografiando las
estrellas en diferentes fechas del años, como lo muestra las fotografías, y no
encontraremos variación aparente de su posición. Si la Tierra se trasladase,
este fenómeno no tendría los mismos resultados.
Las estrellas nos muestran muy claramente,
si hacemos juicios en base a estas observaciones, la ausencia de traslación del
globo terráqueo.
Recomiendo leer este
artículo interesantísimo que me ha perecido muy bueno a modo de complemento, titulado
"Un
punto de vista favorables al Geocentrismo" (clic al título para
ver), donde se entregan direcciones de artículos que por motivos de espacio no
he colocado en esta entrada.
A través de los siguientes videos que
presentaré, se derrumba la gran farsa del Heliocentrismo. Veamos algunos
breves videos que muestran y nos explican esta gran verdad geocéntrica.
Geocentrismo
La
tierra no se está moviendo
Geocentrismo
La
tierra es el centro del universo
Geocentrismo
La
tierra no está rotando-girando
Geocentrismo
La nasa no dice la verdad
Geocentrismo
Nasa: el arte de negar la evidencia
Geocentrismo
¿Cómo
sabemos que la tierra no se mueve?
Vea la objeción más frecuente
contra el geocentrismo, haga clic en este enlace:
Geocentrismo
vs Heliocentrismo: (haga clic)
Recomendación
de libros relacionados con el tema.
El libro (antes mencionado)
"Sin Embargo no se mueve"
El libro
"Ensayos de física teórica:
Teoría de la Relatividad, Coriolis, Layes de Kepler"
El libro
"The Earth Is Not Moving"
El libro
"Galileo Was Wrong: The Church Was Right"
Los dejo con la presentación del libro
“sin embargo no se mueve”.
Parte 1
Parte 2
Ver aquí https://www.youtube.com/watch?v=E7pS7-P8qDg )
Película (2014) sobre este tema
"The principle" (El Principio) es una película documental que nos muestra la realidad del geocentrismo, los descubrimientos recientes de la ciencia moderna, donde participaron científico renombrados y con animaciones de primera linea a nivel Hollywood. Los invito a gusta de esta grandiosa película que sin duda cambiará tu manera de ver el universo.
Para estar concluyendo, y de manera adicional,
presentaré algunos textos bíblicos que postulan el geocentrismo.
“Pusiste la tierra sobre sus bases para que nunca
se
mueva de su lugar” (Salmos 104:5 DHH)
“Sale el sol, se pone el sol, y afanoso
vuelve a su punto
de origen para de allí volver a salir” (Eclesiastés
1:5 NVI)
"El día que el Señor les dio a los israelitas
la victoria sobre los amorreos,
Josué oró al Señor delante de todo el
pueblo de Israel y dijo: «Que el sol se detenga sobre Gabaón, y la
luna, sobre el valle de Ajalón». Entonces el sol se detuvo y la luna se
quedó en su sitio hasta que la nación de Israel terminó de derrotar a sus
enemigos. ¿Acaso no está registrado ese suceso en El libro de
Jaser? El sol se detuvo en medio del cielo y no se ocultó como en un día
normal. Jamás, ni antes ni después, hubo un día como ese, cuando
el Señor contestó semejante oración. ¡Sin duda, ese día
el Señor peleó por Israel!” (Josué 10:12-14 NTV)
“Dios extendió el norte (el firmamento) sobre el vacío y
colgó la
tierra sobre la nada” (Job 26,7).
“¡Haré retroceder diez gradas la sombra del sol en
el
reloj solar de Acaz!”». Así que la sombra se movió diez
gradas hacia atrás en
el reloj solar” (Isaías 38:8 NTV)
“Dios la afirmó (a la Tierra) para que no se
mueva jamás” (Sal
93,1), (I Cr 16,30).
“El Señor afirmó la Tierra, para que no
se mueva”
(Sal 96,10b).
“Nace el sol por un extremo del cielo, y avanza
por su circuito1 hasta llegar al otro extremo,
sin que
nada escape de su calor” (Sal 19,6).
La afirmación inspirada de (Sal 19,6) es de suprema
importancia, pues conecta dos hechos científicos asociados al sol: (a) su
movimiento circulatorio hasta completar una vuelta, y (b) su calor radiante por
allí donde circula. Los exégetas siempre han dicho que habría una gran
incongruencia en este pasaje si el Espíritu Santo hablara metafóricamente del
primer hecho y literalmente del segundo, pues es un hecho indiscutible que el
sol irradia energía a lo largo de su trayectoria.
Libro de Enoc
“Vi los vientos del cielo que hacen girar el
firmamento,
y hacen que el sol y todas la estrellas giren y se pongan” Enoc 18:4
Nuestros ojos no nos engañan, sino que solo vemos lo
que realmente es.
Fuentes:
- creacinseisdas.blogspot.com
- geocentrismo.blogspot.com