jueves, 25 de julio de 2019

El verdadero significado de tener la plenitud de la deidad


El verdadero significado de tener la plenitud de la deidad

Por Samuel Jaque Barrios


"Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Colosenses 2:9)

Es conocido el texto que nos dice que Jesús tiene la plenitud del Dios en su persona, el texto de Colosenses 2:9 es el protagonista a la hora de mencionarlo. Muchos consideran que esta idea nos declara que Jesús es cien por ciento Dios o el Dios en un sentido trinitario o unicitario, sobre todo cuando lo relacionamos al texto de Filipenses 2:6 ("siendo en forma divina...")  o al texto de Colosenses 1:14 ("es la imagen del Dios invisible..."). Sin embargo, aunque Jesús es un ser divino y poderoso, esa concepción está alejada del verdadero significado de esa declaración. Si bien es cierto que Jesús es un ser divino como el Dios y los demás seres espirituales, este texto no se refiere ni a naturaleza ni a la identidad de él. El registro bíblico integral nos enseña que esta cualidad de Jesús se refiere a que él posee todos los atributos de la personalidad perfecta del Dios, es decir, el Amor, y por ende, los demás atributos que se subordinan por consecuencia (bondad, mansedumbre, etc, etc). Y que los cristianos también podemos tener esa plenitud del Dios si Cristo habita en nosotros. Para ello, vamos a leer los pasajes que nos iluminan sobre este regalo maravilloso del Dios:
"Para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; 19 en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios" (Efesios 3:17-19 NVI)
Aquí se nos declara que podemos ser llenos de la plenitud del Dios si habita en nuestros corazones el Cristo, quien ya tiene la plenitud del Dios, de modo que al tener a Cristo, llegamos a conocer la grandeza de su amor que excede todo conocimiento, y por ende, el amor del Dios que habita en él. Jesús es la representación perfecta del amor del Dios, por eso, en el versículo siguiente de Colosenses 2:9 luego de afirmar que Jesús tiene la completitud (plenitud/llenura) del Dios, se nos dice que nosotros también la tenemos si él habita en nosotros, quiero citar la versión NVI que nos trasmite perfectamente esto y concuerda identicamente con lo anterior expuesto (también la RVC, NBV, CST, entre otras) que es una de las versiones que nos lo expresa con mucha claridad:
"Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo; y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud." (Colosenses 2: 9-10 NVI)
Sería equivocado asumir que Jesús contiene literalmente en sí mismo al Dios mismo, como asumen algunas doctrinas populares, eso significaría que los cristianos también tendrían al Dios en sí mismos en su cuerpo, lo cual, claramente nadie está dispuesto a afirmar. Es por ello que, al asumir lo primero, debería significar asumir lo segundo, pero nadie hace eso, demostrándose la inconsistencia en la interpretación del texto. Adicional a ello, es sorprendente la ligereza con que tratan al Dios todopoderoso al reducirlo a un cuerpo, lo absurdo que es afirmar que un Ser Eterno e Infinito (INFINITO), que no tiene límites y que todo lo llena, esté literalmente contenido en un cuerpo, esas es una de las consecuencia aberrantes que condice en creer en doctrinas como la trinidad y la unicidad. Volviendo al tema, el texto de Colosenses 1:19-20 tambien nos habla de la plenitud dada por el Dios, y nos señala aquel sacrificio que nos reconcilia con él, esto es, el sacrificio de la cruz, la muerte de Jesús, la demostración de amor del Padre llevada a cabo por el Hijo, dándonos paz mediante ese sacrificio de amor que se corporizó en él:
"Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz" (Colosenses 1:19-20 NVI)
Así, cuando decimos que en él o en su cuerpo habita la plenitud del Dios, nos estamos refiriendo que él es la representación plena del gran amor del Padre, donde todos sus atributos amorosos convergen y se manifiestan en su sacrificio y en él mismo, así por siempre él es el emblema celestial del Dios, por ello también, que debido a eso, él está por sobre todos, y el Dios lo ha puesto como Señor del universo, y como dice el texto, porque así le plació al Dios para con su Hijo. Una idea más similar podemos extraer de la biblia, la plenitud de Cristo, esto es, obtener plena fe y conocimiento, conocer al Dios y tener fe en él a un grado óptimo así como Jesús, para estar a la estatuta de su plenitud, y esto, por medio de la edificación en la unidad de unos a otros. (Efesios 4:13). Entonces cuando alguno quiera decir que está lleno del amor del Dios, puede decir que tiene la plenitud del Dios.







Creación EX DEO: Todo procede del Dios