domingo, 26 de mayo de 2019

El Gran Error del Trinitarismo y el Unicitarismo


El Gran Error de la Trinidad y la Unicidad
Por Samuel Jaque Barrios




Es evidente, y esto hay que reconocerlo con humildad y honestidad, la biblia siempre presenta a Jesús como un ser distinto del Ser Supremo, el Dios (sustantivo), a quién se le distingue como un ser que es su Padre y su autoridad, su propio Dios (Jn 20: 17; Apoc 3: 12), presentados como Padre e Hijo. Y no hay razones para pensar que son el mismo ser, ya que las expresiones y la literalidad de los textos son evidentemente claros en que son dos seres distintos, sobre todo cuando el mismo Jesús se dirige a él como su Dios, le habla, le ora, le alaba y lo alude, distiguiéndose a sí mismo de él, y no es que habla con el Padre únicamente, en el sentido de que se dirige a la primera persona de una trinidad, sino que, como dije antes, que él mismo considera a su Padre como el Dios y su propio Dios, y así mismo, el único Dios verdadero (Juan 17:3). Quienes los mismos apóstoles así lo evidencian en sus cartas, al mismísimo Dios Todopoderoso como Padre de Jesús, y no que conforman al Dios entre ellos (Ro 15: 6; 2 Cor 1: 3; 11: 31; Ef 1: 3, 17; Co 1: 3; 1 Pe 1: 3). Porque como he dicho varias veces, y la persona honesta lo debe reconocer, que no existe pasaje explícito ni implícito en la biblia que muestre o enseñe que el Dios está compuesto por tres personas, ni mucho menos que el Dios y Padre sea el mismo con el Hijo. Aun cuando hay textos que claramente muestran a Jesús divino, como theos (adjetivo), y que son explicados satisfactoriamente por la postura arriana, pero que engañozamente aparentan deidad si se mal interpreta.

El error del trinitarismo y el unicitarismo es creer que esta aparente evidencia textual de que Jesús es Dios al ser designado theos, lo transformaría automáticamente a ser el mismo ser que es el Ser Supremo que antes se aparentaba ser distinto de él. Lo que se torna ilógico e inconsistente con la totalidad de la biblia, rompiéndose la coherencia de muchos textos (incluido los antes mencionados). El hecho de que a Jesús se le llame aparentemente "theos" (o "Dios" según la mayoría de versiones) en algunos pasajes, no constituye ni lógica ni coherentemente, bajo ninguna regla, que sea el mismo Dios Supremo Todopoderoso que se decía que era su Padre, sino otro ser también distinguido como theos, de la misma forma que cuando se le llaman a otros seres como theos o elohim, por ejemplo a hombres (Sl 82: 6; Jn 10: 34), a ángeles (Sl 8: 5; 97: 7; 138: 1), o al mismo Satanás (2 Co 4:4), sabido esto, jamás pensaríamos que éstos son el mismo Dios Todopoderoso por el simple hecho de que también usan el mismo término "theos" que se traduce como "Dios" en la mayoría de versiones, confundirlos o considerarlos a éstos seres como si fuesen el mismo Ser Supremo, sería un terrible equívoco (falacia), el cual, por el hecho de que al Ser Supremo se le llame "theos/elohim", y a otros seres se les llame "theos/elohim" también, no significa que sean el mismo ser, y este es el gran error de estas posturas. Si a Jesús se le quiere confundir con el Ser Supremo por esta similitud del término o palabra en común, con el que se decía que era su Padre, por el simple hecho de que se le aplica también "theos", podríamos usar el mismo argumento de igual manera para incluir a los otros seres que se le llaman así también, de ser el mismísimo Todopoderoso como se usa con Jesús, con la misma justificación de que como solo existe un solo Dios (theos/elohim), y todos estos son theos/elohim también, entonces éstos son "uno" entre ellos o el mismo, constituyendo al Dios Todopoderoso.

Pero eso no pasa, no se da esa interpretación, porque hay una selectiva forma de interpretar los textos debido a la idea preconcebida y predeterminada al leer eso. Porque como sabemos, el hecho de que a Jesús se le llame theos, es la única razón (errada) que los trinitarios y unicitarios (incluido muchos teólogos de renombre), tienen o usan para interpretar lo que sostienen, a Jesús constituyendo al Dios trinitario o unicitario. Todo debido a ideas preconcebidas, sea por formación y/o porque se cierran a considerar la posibilidad de estar equivocados, además de la presión de la gente al apreciar algo que casi todos rechazan (la no trinidad).

Muchos de estos problemas también tienen mucho que ver con las traducciones o versiones bíblicas. Por ejemplo, ya al omitirse el artículo definido "el" antepuesto a "Theos" en el nuevo testamento y también en el antiguo testamento en el caso de "Elohim", se forma una clara confusión cuando se usa "Elohim" y "theos" como adjetivos, sin el artículo antepuesto, lo cual, gramaticalmente tienen distintos significados y por lo tanto, distintas implicaciones semánticas, lo que impide la fácil y clara diferenciación entre estas aplicaciones, y por ende, la adecuada interpretación. Es este mismo detalle el que ha causado que el término "dios" comienzara a usarse como un sustantivo propio, porque no le colocan (porque deberían) el artículo definido ("el"), cuando realmente es un sustantivo común, diferenciando a un ser que "es el theos" y a otro que "es theos" . Así también, la conveniente traducción de los términos "theos" y "elohim" a "dios" en solo algunos seres en que se presenta.

En resumen, no hay ninguna razón lógica (de  Lógica) realmente para confundir a estos dos seres, a Jesús y al Ser supremo, si no fuese por los problemas que acabo de mencionar. Desde que se entiende esto, ya lo demás comienza a comprenderse con mayor facilidad, y los textos ya no presentan esa barrera confusa y solo queda el saber usar la correcta lectura bajo las correctas reglas del lenguaje y todos sus fenómenos lingüísticos (otra barrera más) para la más correcta interpretación.

Próximamente estaré desarrollando este tema con mayor profundidad, detalle y precisión en otro artículo, demostrando que al único que se le debe titular como "Dios" literalmente es al Padre.




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